Vertice 1955

DULCE COGULLA Dulce cogulla, humilde y frailera, envuelta en el oro que mi caravana ligera de cisnes y arpas levanta en la primavera de mi vida... Polvo de oro... Trigo de mi era ... Tú eres como una nube sonámbula y errante donde camina envuelta la alocada grulla de mi alma. Estuche donde late el mago diamante de mi corazón. ¡Dios te salve, cogulla! Temblorosos truenos y mieles de violines como en caja de resonancia viven en ti, cogulla. Conoces el ladrido de mis cinco mastines y la angustia mística de mi azul casulla. No hay secretos para ti en mis cosas ni en mis quiméricos empeños. Tú conoces el perfume de mis rosas y la música de mis sueños. 35

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