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DOMINGO MONTERO pudiera retornar una vez expulsado a la misma (cf Le 11,24-26; Mt 12,43-45)? La apertura del techo no deja de ser chocante. Me subraya dos tareas: descubrir el techo -supone una construcción de tipo romano cubierta de tejas (cf Le 5,19)-, y abrir un boquete -supone la cons trucción palestina cubierta con juncos, heno y ramas entrelazadas en las vigas maestras, y recubierta de una capa de lodo-. La calificación de “paralítico” es bastante genérica, pero alude a su incapacidad para acceder a Jesús por sí mismo. Necesita de otros. La calificación del lecho responde a la de un pobre. La esperanza es que sea curado. Jesús advierte en ese gesto la fe de quienes buscan en él la sanación (v 5). Pero aquí gira el relato. En vez de una palabra de curación escuchamos una palabra de perdón. Y, además, este es el único lugar en que Jesús perdona personalmente a un hombre sus pecados. Quizá el punto de conexión del que se sirvió Me fue la creencia judía de la relación entre enfermedad y pecado. Jesús se dirige al hombre con una palabra de afecto: “Hijo” (cf. Le 5,20 y Me 10,24), y le anuncia el perdón de los pecados. La reacción interna de los escribas (w 6-7) es conforme con el pensa miento ortodoxo judío: el perdón de los pecados es competencia exclusiva de Dios (Ex 34,7; Dt 6,4; Is 43,25; 44,22). Según ellos, está en juego la unicidad de Dios. Es correcta, desde su mentalidad, la calificación de blasfemo. La blasfemia será la causa formal de la condena de Jesús por el judaismo oficial (14,64). Jesús (v 8) penetra su corazón (cf. 8,l6ss; 12,15). Este es un atributo de Dios (“Sólo Dios conoce el corazón...” SI 14,6; SI 7,10; cf. I Sm 16,7; Jr 11,20; Eclo 43,18s). La pregunta de Jesús no es respondida (v 9). Curiosamente no dice ¿qué es más difícil? sino ¿qué es más fácil? Con lo que se quiere subrayar la soberanía de Jesús. Los w 10-11 nos cuentan el desenlace de las dos situaciones: la curación y el perdón, pero se subraya el primado del perdón o del poder de Jesús de perdonar los pecados. La curación es una visibili- zación de la sanación interior. 142 NAT. GRACIA LX 1/enero-abril, 2013, 119-146, ISSN: 0470-3790
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