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BERNARDINO DE ARMELLADA Interesante es la nota de Otto Semmelroth, en su comentario en LThK a LG 8: “Nof u e minimalismo mariológico, sino un cierto sentido d e las fo rm a s expresivas teológicamente ad ecu ad a s lo qu e indujo a la mayor p arte d e los Padres conciliares a votar contra la aceptación d e este título (Madre d e la Iglesia) en el esquema del Concilio - n o con tra la m atern idad espiritual d e María respecto d e los creyentes- ( ...) Hasta elfin d e las discusiones , sea en el p len o sea en la comisión teoló gica, hubo divergencias d e opinión sobre la aplicación d e este título ”5. a) Interpretación unilateral: No es sólo de Menke la opinión de que “la exégesis histórico crítica, am p liam en te recu p erad a en la Iglesia católica y revalorada sólo en el Vaticano II, significó p a r a la mariología, a l menos p a r a la mariología cristo-monística d e la ép oca P iañ a (d e los Papas Pío), un golpe cuasi m ortal*. La visión serena de los textos conciliares marianos debe reconocer que la redacción definitiva del capítulo VIII de la Lumen gentium no deja malparadas las opiniones de los principales mariólogos preconcilia- res. Ciertamente, cambia en parte la orientación de la mariología con las innovaciones de una mariología a nivel más humano y solidaria con todos los redimidos en peregrinación de fe como discípulos de Cristo. Por eso, aun siendo miembro de la Iglesia peregrina, el Con cilio le reconoce los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Media dora respecto de todos los demás miembros de la Iglesia. Lo cual, puntualiza, “se entiende de manera que nada quite ni agregue a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador” {LG, 20). b) La intervención d e P ablo VI. Dichos títulos, especialmente el de ‘Mediadora’, eran suficientes para no hacer derivar la teolo gía mariana a un simple elemento de la verdad de la Comunión de los Santos. Si los Padres conciliares habían desestimado como innovación demasiado llamativa el título de ‘Madre de la Iglesia’7, 5 Citado en K.-H. MENKE, 15, nota 9. 6 O. c., 16. 7 En realidad el título de «Madre de la Iglesia* no es tan nuevo, aunque no sea de los más antiguos en la tradición. Parece que se encuentra por primera vez hacia el siglo IX y es usado, aunque no con mucha frecuencia, durante la Edad media y con posterioridad. Cf. María y la Iglesia dicec. (sitio en Internet). 100 NAT. GRACIA LX 1/enero-abril, 2013, 95-115, ISSN: 0470-3790
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