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BERNARDINO DE ARMELLADA de la primera gracia, lo supone Gregorio Nacianceno, que admite una purificación anterior preparatoria, que bien pudo ser implícitamente la gracia inicial de la concepción inmaculada21. Es una nueva gracia que muchos Santos Padres consideran como nueva santificación de María. San Buenaventura cree que María, como Madre de Dios, «está por encima de todos los órdenes (celestes y terrestres), constituyendo por sí misma un orden (superior)»22. “La ven ida d el Espíritu Santo sobre M aría tien e p a r a ella un sign ificado ulterior, com o se desprende precisam en te d e las an alog ías vetero-testam entarias. M aría, con esta venida, qu eda ‘san tificad a ’y < consagrada\ en el sen tido d e qu e Dios tom a posesión d e ella ^3. Dentro de esa lógica San Lorenzo aplica a María el texto de Hb 1,4: También María, en cuanto Madre de Cristo, “h a sid o con stitu ida tan to m ejor qu e los ángeles, p o r cu an to qu e h ered ó un nom bre m ás excelen te qu e ellos. Los ángeles m ismos no son sino servidores d e Dios. María, sin em bargo, es Esposa d e Dios, C olabo­ radora d e Dios, verdadera M adre d e Dios, h ech a tanto m ejor qu e los ángeles, cuan to qu e h ered ó un nom bre m ás excelen te qu e ellos”24. Es a nuestro parecer el doctor apostólico San Lorenzo, consi­ derado por Juan XXIII maestro insigne de mariología, el que en sus sermones marianos repetidamente considera la maternidad divina de María una gracia distinta de la gracia santificante o filiación divina común a todos los justificados en Cristo, también a María: la gracia sobrenatural concedida sólo a ella: su maternidad divina. He aquí los textos del Doctor Apostólico: «Porque Cristo fu e p red es­ tin ado hijo d e M aría y a l mismo tiempo María, M adre d e Cristo. Esta lu z solar es la d ign id ad d e la m atern idad p a r a la qu efu e elegida». Luz más esplendente que la luna y lugar superior a la luna por la excelen­ cia de la gracia, y corona de estrellas como honor singular de gloria. A estas tres cosas -g ra cia , g loria y m atern idad d iv in a - fue predestinada María. 21 K.-H. MENKE, O. c., 184. 22 «Beatissima Virgo Mana in patria non erit praeter ordinem: cum ergo sit supra omnes ordines, per se constituet ordinem». S. BONAVENTURA, In II Sent., dist. 9, art. un. quaest. 7, f. 4; II, 253a. 23 A. MÜLLER, /. c., 462. 24 LORENZO DE BRINDIS, Mariale... 148. 108 NAT. GRACIA Di 1 /enero-abril, 2013 , 95 - 115 , ISSN: 0470-3790