PS_NyG_2013v060n001p0009_0058
IGLESIA, RELIGIONES Y SALVACIÓN. A lo largo de la historia, la teología ha dado varias respuestas. Algunos han dicho que quienes no conocen la revelación llegan a la salvación dada por Cristo y por la Iglesia siguiendo la voz de la con ciencia; otros, que siguiendo la ley natural; otros lo han atribuido al Espíritu Santo, que actúa donde quiere, también fuera de la Iglesia. Tomás de Aquino habló de un implícito votum baptismi] Pío IX habló de seguimiento de la ley natural y de ignorancia invencible. La encíclica Mystici corporis recupera las ideas de votum baptismi, votum ecclesiae. De Lubac, ya antes de la Mystici corporis, consideró insuficientes estos esquemas. Partiendo de la teología de los padres, vuelve a la idea de unidad del género humano, creado por Dios para la salvación; de la idea de encarnación, en la que Cristo incor pora la humanidad entera, la salva y como nuevo Adán crea una nueva humanidad; y considera la Iglesia como cuerpo y sacramento de Cristo, que prolonga en la historia la presencia y la salvación dada por Cristo. Rahner sigue hablando de votum baptismi y de votum ecclesiae. Pero ve también estas ideas en un amplio contexto de plan divino de salvación, de alianza y de fidelidad divina, de unidad del género humano creado para la salvación, de la relación de la historia del mundo con la historia de la salvación, de un existencial sobrenatural en el hombre, de una teología de la encarnación en la que Cristo asume la humanidad entera y es el sacramento primordial, sacra mento que se prolonga en la Iglesia como cuerpo de Cristo, de la naturaleza sacramental de la salvación. En este contexto, el votum baptismi o votum ecclesiae, implícitos en los que llevan una vida honesta, constituiría una realidad cuasisacramental, ya que estos hombres participan de Cristo y de la Iglesia como sacramento de Cristo. Y Rahner llama a estos hombres “cristianos anónimos”. Ratzinger, en su comentario a la encíclica Mystici corporis, tam bién consideró insuficientes la idea de deseo del bautismo, como De Lubac; y siguió la doctrina de éste. Posteriormente, ha seguido las ideas del Concilio, en general; y ha preferido no dar respuestas NAT. GRACIA LX 1/enero-abril, 2013, 9-58, ISSN: 0470-3790 57
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz