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MODESTO BERCIANO raímente la Iglesia de Cristo se manifestó el día de Pentecostés; y de ella se originaron luego todas las Iglesias locales. Mediante el bau­ tismo, cada fiel se incorpora de manera inmediata a la Iglesia una, no a través de la Iglesia particular135. La comunión entre las Iglesias está radicada sobre todo en la eucaristía y en el episcopado. El misterio eucarístico, aunque se celebre en una comunidad particular, no es nunca celebración de esa sola comunidad, sino que es presencia de la Iglesia entera, porque recibe la presencia eucarística del Señor. La unicidad indi­ soluble del cuerpo eucarístico del Señor implica la unicidad de su cuerpo místico, que es la Iglesia. Ahora bien, la unidad de la Igle­ sia está también fundamentada en la unidad del episcopado y del Romano Pontífice, fundamento visible de la unidad. El obispo es fundamento visible de la unidad de su Iglesia particular. Pero para que sea presencia de la Iglesia universal, debe hallarse en ella la suprema autoridad de la Iglesia, esto es, el colegio episcopal y el primado del obispo de Roma. Unidad de la eucaristía y unidad del episcopado con Pedro y bajo Pedro no son raíces independientes de la unidad, ya que Cristo instituyó la eucaristía y el episcopado como realidades vinculadas. Toda celebración válida de la eucaristía expresa la comunión con Pedro y con la Iglesia entera. La unidad del episcopado se perpetúa mediante la sucesión apostólica136. Existe desde la antigüedad una pluralidad de Iglesias particula­ res, que es resultado y reflejo de la diversidad de culturas y de tradi­ ciones litúrgicas. Dentro de cada Iglesia hay también una pluralidad de ministerios, de carismas, de formas de vida. Toda esta pluralidad, lejos de destruir la unidad, enriquece la Iglesia y expresa una comu­ nión mucho más universal. Y es una tarea del Romano Pontífice reconocer y promocionar esa diversidad que no obstaculiza la uni­ dad; y es tarea de cada obispo reconocer la diversidad de institutos, comunidades, tareas, carismas y formas de apostolado dentro de su diócesis137. 135 Ib.,7-10. 136 Ib., 11-14. 137 Ib., 13-16; Lumen gentium, 13. 52 NAT. GRACIA LX 1/enero-abril, 2013, 9-58, ISSN: 0470-3790

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