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MODESTO BERCIANO 1. EXTRA ECCLESIAMNULLA SALUS, SEGÚN LOS PADRES DE LA IGLESIA La lucha por la unidad de la Iglesia y la discusión acerca de la salvación en ella son tan antiguas como la Iglesia misma. El fun­ damento de esta discusión estaría en el mismo Nuevo Testamento, donde hay pasos que afirman que la salvación se da sólo dentro de la Iglesia de Cristo; y hay otros que afirman la voluntad divina salvífica universal. Así, al final del evangelio de Marcos se dice: “Id al mundo entero y predicad el evangelio a toda la creación. El que creyere y fuere bautizado, se salvará; mas el que no creyere , será condenado m. Y en los Hechos de los apóstoles se dice de Jesús Naza­ reno que “no existe debajo del cielo otro nombre, dado a los hom­ bres, en el cual hayamos de ser salvos,fl. Por otra parte, en la Carta I a Timoteo, se dice: “Esto es bueno y acepto a los ojos de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvados y ven­ gan al conocimiento de la verdad. Porque uno es Dios, uno también el Mediador de Dios y de los hombres, un hombre, Cristo Jesús, que se dio a sí mismo como precio de rescate por todos”5. Frente a esta voluntad salvífica universal está el hecho de que sólo una mínima parte de la humanidad ha conocido la Iglesia visible. Desde el siglo II se dieron en la Iglesia grupos que se conside­ raron la verdadera Iglesia de Cristo y afirmaron una mayor perfec­ ción o la necesidad de una observancia más rigurosa, ligadas ambas a una salvación exclusiva o al menos más segura. Así los gnósticos, que creían poseer una revelación privilegiada y constituir un grupo más perfecto. Marción y sus secuaces consideraron que formaban una Iglesia propia; y Taciano fundó la secta de los encratitas, que consideraba necesario un mayor rigorismo para salvarse. Frente a ellos, la Iglesia jerárquica sostuvo que ella es la verda­ dera Iglesia y que en ella se da la salvación. Ireneo afirmó la unidad de la Iglesia en torno a la Iglesia de Roma, fundada por los após- 1 Me, 16,15-16; cf. Jn.} 3,18. 2 Ac., 4,12. 3 ITim ., 2,3-6; cf también Jn., 3,17. 10 NAT. GRACIA LX 1/enero-abril, 2013, 9-58, ISSN: 0470-3790

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