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LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, TAREA Y MISIÓN DE LOS COMPONENTES. la Iglesia que se convierte y así es conocida y reconocida, como la auténtica defensa de los derechos de los más débiles, si bien lo que pueda estar impactando a un público y a los medios de comunica­ ción algo sensacionalistas, sean las obras de misericordia realizadas por instituciones como Caritas, Manos Unidas y tantos Voluntariados compuestos por gentes venidas de la formación cristiana. La Iglesia sabe y reconoce que su tarea y misión directa no es la de la organización de la asistencia a dar a los necesitados, la de la ayuda material, sino la de llevar la Persona y el Mensaje de Cris­ to a los necesitados del encuentro con el mismo Cristo, mediante, también, la curación de sus males y la promoción social. La tarea de organización y realización de la solidaridad, reflejada en la seguridad social, pensiones, etc., es la obra propia del Estado. Deja esta Iglesia al Cesar realizar lo que es del Cesar. Suple. Aprecia bien lo que es de Dios y cumple con esto ante todo y siempre. ¿No manifiesta la Igle­ sia católica española un padecer en la actualidad cierta afonía, al no denunciar la falta de principios morales, en el empeño por superar la crisis económica, el actuar de algunos banqueros...? se pregunta y titula alguna cabecera de prensa. En el número 25 de los L ineam en ta del próximo Sínodo de Obispos, tras haber presentado en el número 24 “La nueva evan- g elización p a r a la Iglesia d e hoy y d e m a ñ a n a ”, se escribe bajo el epígrafe La alegría d e la evan g elización : “Nueva evangelización quiere decir compartir con el mundo sus ansias de salvación y dar razón de nuestra fe, comunicando el Logos de la esperanza (cf. 1. Pe. 3 ,1 5 )”. Los hombres tienen necesidad de esperanza para poder vivir el propio presente. El contenido de esta esperanza es “el Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo. Por esta razón, la Iglesia es misionera en su íntima esencia. No podemos tener solo para nosotros las palabras de vida eterna, que se nos dan en el encuentro con Jesucristo. Estas palabras son para todos, para cada hombre. Cada persona de nuestro tiempo, lo sepa o no, tiene necesidad de este anuncio NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 515-541, ISSN: 0470-3790 521

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