PS_NyG_2012v059n003p0515_0541

LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, TAREA Y MISIÓN DE LOS COMPONENTES. Se espera de la vida consagrada que apuesta por la nueva evan- gelización, el testimonio, ante las gentes y los pueblos, de la manera distinta de ser y de vivir el sentido del sacramento de la unción de los enfermos, del sacramento del orden y demás ministerios de la Iglesia, y también del matrimonio estable y fiel, institución humana y básica para la permanencia de la Sociedad y de la Iglesia. No olvidemos que la vida consagrada es iglesia local, aunque tantas veces no es considerada “iglesia parroquial”, y que allí donde se vive la vida consagrada o religiosa, ésta debe hacerse presente y ser testimonio de cómo, en fuerza de la asistencia del Espíritu San­ to, se vive la no distinta, pero sí nueva y renovada Iglesia, primer sacramento de Cristo, y sus otros siete reales, misteriosos y sublimes sacramentos. CONCLUSIÓN Hagamos que la vida consagrada, sector de la Iglesia que, en los últimos decenios y particularmente, en el inicio del siglo XXI, viene cuestionada como vida de grupo, no fiel a su pasado e indeciso ante el futuro, encuentre en la aceptación del reto de la nueva evangeliza- ción el empeño de misión que, integrado en el plan global eclesial y particular diocesano y local, reafirme la singularidad de sus diversos carismas, diversidad en la unidad, necesarios a la Iglesia y la Socie­ dad de hoy. NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 515-541, ISSN: 0470-3790 541

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