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SATURNINO ARA BURUGORRI La nueva evangelización busca realizar la transmisión de la fe cristiana en Dios, configurando, presentando y ofreciendo, de forma actualizada, las acciones o ritos sagrados, en concreto, los sacramen­ tos, que constituyen el ser y la realidad misteriosa de la Iglesia, hoy, no valorada o simplemente marginada, no sólo por nuestra sociedad indiferente y antirreligiosa y anticristiana, sino también por tantos de los sectores que constituyen la agrupación de los convertidos y com­ prometidos, al menos, con la persona de Cristo, desde el momento de la recepción del agua del bautismo, pero no tanto comprometidos con el seguimiento del mismo Cristo y cumplimiento del mensaje contenido en las bienaventuranzas. El sector eclesial de los consagrados, si se decide de verdad por la nueva evangelización, debe partir, en este esfuerzo de superación, del hecho de sentir y dar una valoración auténtica a la realidad del primer sacramento de Cristo, la Iglesia, soporte de los demás sacra­ mentos. Los consagrados, al igual que los demás discípulos de Cristo, deberían aparecer, en su modo de vida y predicación evangelizado- ra, decididamente convencidos de la “misteriosidad” de la recepción del bautismo del agua y del Espíritu, fundamento de la identidad cristiana en el niño y en el hombre adulto. El resto de sacramentos, a comenzar por la confirmación, debe­ rán ser presentados y agradecidos como lo que son, dones del Espí­ ritu. La Eucaristía, vivida como cumbre de los sacramentos, deberá ser presentada como memorial sacramental y sacrifical y presencia real, explicada distintamente y de acuerdo con los signos de los tiempos. El hecho humano de la reconciliación, buscado en la actua­ lidad de nuestra sociedad violenta y enfrentada, deberá vivirse, de nuevo, por los consagrados, como es en sí, institución sacramental de reconciliación y así ser presentada , al ser practicada en la inte­ rioridad de la vida de comunión, por añadidura fraterna o de grupo. Vida que no se realiza como proceso que tiene por fin el de limar diferencias, sino el de buscar el conocimiento de estas diferencias con el fin de conocerlas, estimarlas y amarlas. 540 NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 515-541, ISSN: 0470-3790