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SATURNINO ARA BURUGORRI Los momentos de la experiencia de Dios son lo mejor y lo más determinante de la existencia humana. Nos da por pensar que los consagrados, dadas las largas e intensas horas de oración y de en­ cuentro con el misterio de la Eucaristía, son los seres humanos más preparados para, luego, en su existencia o vida cotidiana, resolver sus problemas personales y el misterio mismo de la verdad de Dios, y todo ello con cierta holgura y simplicidad. Nuestros contemporáneos contemplan bellezas en y de la natu­ raleza, gozan de la misma y de la alegría de la vida. Recurren, para explicarse la existencia de lo bello y el goce de la vida, al materia­ lismo propio del azar, y, de forma algo más científica, recurren a la teoría del evolucionismo que, al final, no tiene otra mejor explica­ ción que la acción creadora de Dios, llámese por los científicos Bing Bang, Boson de Higgs, etc. La experiencia de Dios sentida por el ser humano alcanza innu­ merables grados. En cada uno de estos diversos grados se da el des­ cubrimiento de la Verdad de Dios por la que el consagrado resuelve todos sus grandes o pequeños problemas y así lo da a conocer, me­ diante su actitud humano-espiritual, a quien se acerca a pedirle una explicación de su postura y actitud, serenas y esperanzadoras, ante la vida presente y futura. Jesús, el Dios Encarnado, hecho histórico recogido en los Evan­ gelios, en su humanidad, experimentó la verdad de la existencia de Dios. El Antiguo Testamento nos narra otras muchas experiencias humanas de Dios, misteriosas, don de los designios universales del Creador. A su vez, los Santos Padres y otros místicos y teólogos han vivido la verdad de la existencia de Dios. Nuestros contemporáneos, en particular aquellos que, en países de antigua cristiandad, se han alejado de la Iglesia, esperan que los consagrados se decidan por la nueva evangelización, con y por la que den a conocer sus vivencias del misterio y verdad de Dios, y esperan también que algunas de las actividades, llevadas a cabo por los consagrados, que no responden directamente a este testimonio, pasen a un segundo plano. ¿Cuáles son las iniciativas por las que 532 NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 515-541, ISSN: 0470-3790

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