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LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, TAREA Y MISIÓN DE LOS COMPONENTES. rrados en los recintos de nuestras comunidades y de nuestras institu­ ciones, sino aceptando el desafío de entrar dentro de los fenómenos, para tomar la palabra y ofrecer nuestro testimonio desde dentro. Son éstas unas expresiones que, redactadas de forma más incisiva, se leen al final del número 7 de los Lineamenta. ¿Puede caber, ahora, la pregunta sobre si se ha tenido en cuenta a la vida consagrada? Es necesario recordar que todos los grandes movimientos de evangelización surgidos en los dos mil años del cristianismo, es­ tán vinculados a formas de “radicalismo evangélico”, y expresiones de este “radicalismo” son los institutos religiosos, los cuales deben preguntarse si realmente están comprometidos de corazón con la misión hoy: conquistar para la fe a los no cristianos, a los ateos, a los indiferentes, a los secularizados, a los no practicantes, a los olvi­ dados de Cristo y de su Iglesia, etc. Nueva evangelización es el nombre dado a esta tarea misionera de la Iglesia que responde a su razón de ser. La nueva evangeliza­ ción con su ardor, métodos y expresiones es, por tanto, para los consagrados, un convertirse más y mejor a Cristo y darlo a conocer con nuevo ardor, métodos y expresiones, viviendo su propia con­ versión realizada en el nuevo encuentro personal con Cristo-Dios Encarnado. La nueva evangelización está exigiendo de los consagrados unas actitudes que, en este nuestro ensayo, reducimos a cinco: tes­ timonio de experiencia de Dios, búsqueda del Atrio de los gentiles, ciencia (tecnología) y fe, las obras de caridad y el amor a la Iglesia. T estim o n io d e e x pe r ien c ia d e D io s Dejamos de lado la realidad de los fenómenos místicos, en los que se vive la experiencia de Dios, para centrarnos en la genuina experiencia humana de Dios que viene y procede de la apertura del hombre a lo trascendente. NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 515-541, ISSN: 0470-3790 531

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