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LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, TAREA Y MISIÓN DE LOS COMPONENTES. Transmitir la fe significa crear en cada lugar y en cada tiempo las condiciones para que este encuentro entre los hombres y Je ­ sucristo se realice. La fe como encuentro con la persona de Cristo asume la forma de la relación con Él, de la memoria de Él (en la Eucaristía) y de la formación en nosotros de la mentalidad de Cristo, en la gracia del Espíritu. Como ha afirmado el papa Benedicto XVI: “No se com ien za a ser cristiano p o r una decisión ética o una gran idea, sino p o r el encuentro con un acontecim iento, con una Persona, qu e d a un nuevo horizonte a la vida y, con ello,, una orien tación decisiva (. ■) Y. puesto qu e es Dios qu ien nos h a am a d o p rim ero (cf. 1 Jn 4,10), a h o ra el am o r y a no es sólo “un m andam ien to ” sino la respuesta a l don d el amor, con el cu a l viene a nuestro encuentro La m isma Iglesia se encuentra con fo rm a d a p recisam en te a p a rtir d e la realización d e esa misión del an u n c io d el Evangelio y d e la trans­ misión d e la f e ”. El resultado esperado de este encuentro consiste en insertar a los hombres en la relación del Hijo con su Padre para sentir la fuerza del Espíritu. La finalidad de la transmisión de la fe, el objetivo de la evangelización es llevar por Cristo “a l P ad re en un mismo Espíritu ” (E f 2,18): ésta es la experiencia d e la n ov edad d el Dios cristiano. En esta perspectiva, transmitir la f e en Cristo significa c r e a r las cond i­ ciones p a r a una f e p en sad a, celebrada, vivida y rezad a: esto implica insertarnos en la vida d e la Iglesia ” (Lineamente, 11). La evangelización siempre y, más en nuestro tiempo, es trans­ misión de la fe que, como transmisión, requiere seguir una dinámica que compromete totalmente la creencia de los cristianos y la activi­ dad y vida de la Iglesia. No se puede transmitir aquello en lo que no se cree y no se vive. Un signo de la fe consolidada y madura es, precisamente, la naturalidad con la cual comunicamos la fe a los otros como algo vivido con normalidad. ( cf. Lineamenta, 12). Dar a conocer la programación del Evangelio y la persona de Cristo y amarlo, es el objetivo de la nueva evangelización. El número 13 de los “ L in eam en ta ” vuelve a insistir sobre el hecho y realidad de que la transmisión de la fe, entendida como NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 515-541, ISSN: 0470-3790 525

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