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BERNARDINO DE ARMELLADA la tarea educadora del Hijo de Dios y del aprendizaje de María como discípula de Jesús, descubriendo poco a poco el sentido del misterio aceptado de antemano. Y si le atribuye perfecciones extraordinarias, que parecen contradecir a su historia concreta de mujer normal, esa atribución no deja de ser la expresión de la indudable trascendencia misteriosa que penetra lo humano sin destruirlo. VIII. ENCUADRE TRINITARIO DE LA MATERNIDAD DE MARÍA Es ahora la “mariología” del Doctor de la Iglesia San Lorenzo de Brindis la que quiero traer a colación en un aspecto que se ofrece su­ mamente enriquecedor para la teología y para la devoción mariana, precisamente en su encuadre trinitario. Su concepción teológica de la Trinidad se puede ver en dos sermones sobre el misterio. Partiendo de que la divinidad de Cristo se prueba por toda la Escritura, especial­ mente “por el evangelio de San Juan desde el principio hasta el fin”, continúa así su reflexión trinitaria: “Lo mismo que por la encarnación del Verbo aparece la persona del Hijo como distinta del Padre..., así, por la misión y operación del Espíritu Santo en la santificación de los hombres y en la conducción a la vida eterna, se muestra la realidad de la tercera Persona”38. En un segundo sermón Lorenzo se plantea esta cuestión: “Si este misterio de la Trinidad es incomprensible... ¿por qué ha querido Dios revelárnoslo? Lo reveló -responde- para que le conociéramos y le amáramos más. Pues de ello se sigue que Dios es infinitamente bueno y sumamente comunicativo de sí mismo, al engendrar un Hijo consustancial a él, coeterno y coigual, y produ­ cir al Espíritu Santo también coigual a él en todo; de manera que sin 38 “Hoc enim est quod probat totum Ioannis Evangelium ab inicio usque ad finem, quod Christus sit verus Filius Dei... Sicut autem ex Incarnatione Verbi osten- diturpersona Filii distincta a Patre ..., ita ex missione et operatione Spiritus Sancti in sanctificatione hominum et deductione ad vitam aeternam, post Christum ostenditur tertia Persona”. S. Laurentius a Brundusio, Opera omnia , vol. X, pars II, Sermones de tempore, serm. Infesto SS. Trinitatis , n. 4, 336. 506 NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 481-514, ISSN: 0470-3790