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BERNARDINO DE ARMELLADA las h ijas del Sumo Sacerdote Aarón p o r línea materna; mientras qu e p o r la p a te rn a era “d e la p r e c la r a estirpe d e D av id ”32. María, según Lorenzo la Mujer del Apocalipsis, en su aparición como vestida d e sol, suscita la idea de la vestidura de los sacerdotes: “Tus sacerdotes se vistan d e justicia..., d e salvación vestiré a sus s a ­ cerdotes..., d e vergüenza cubriré a sus en em igos” (Sal 132,9.16.18). Es una idea que se repite en otros pasajes bíblicos. Así María, Mujer vestida d el sol, abunda en luz solar hasta rebosar, que la posee de modo perfectísimo y abundantísimo33. VII. LOS DOS PASAJES MÁS SIGNIFICATIVOS DEL MAR1ALE Esta asociación de María al sacerdocio, que no pasaría de sim­ bolismo ornamental y literario, adquiere una densidad efectiva en la descripción de dos pasajes cruciales de la vivencia de María en su unión con el Salvador. Lorenzo pone el acento sobre la espada pro­ fetizada a la Virgen por Simeón en el momento de la presentación del Niño en el templo: María fue m ar d e am argu ra a causa de su martirio espiritual en la pasión de su Hijo. Le había sido profetizado: He a q u í qu e este niño está destinado a ser signo d e contradicción, y a ti m isma una espada te traspasará el a lm a (Le 2 ,34-35 ). En ver­ dad su dolor fue inmenso como el mar, desde el momento en que también su amor hacia Cristo fue el más grande que se puede ima­ ginar34. Finalmente, Lorenzo no tiene reparo en llamar ‘sacerdote’ a 32 “Nobilissima etiam sanguine et genere, orta ex benedicto Abrahae semine, ex nobilissima tribu luda, simulque ex tribu levitica et sacerdotali, ex filiabus Aaron summi sacerdotis ex materna linea; ex paterna vero, ‘clara ex stirpe David ’ (Officium Nativ. Ant. Ad Laudes)”. In visionem, serm. II, n. 4, 21. 33 “Sacerdotes eius induant i us t i t i am . et sacerdotes Rius induam salutari... {Sal 131, 16-18). Multaque alia. Ait igitur: Mulier amicta sole, id est, luce solari copiosissime abundans, eam perfectissime et abundantissime possidens”. In visio­ nem, serm. III, n. 5, 33- 34 “Mare etiam amaritudinis dicitur ob spirituale martyrium in Filii passione: Ecce positus est hic in signum cui contradicetur, et tuam ipsius animam pertransibit gladius (Le 2,34-35)”. In Salutationm angelicam, serm. Ili, n. 3, p. 180. 502 NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 481-514, ISSN: 0470-3790

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