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iMARÍA “MADRE SACERDOTAL” EN EL PUEBLO DE DIOS. a las mujeres, se hace ver que la Iglesia se encuentra ante algo que pertenece a su misma esencia19. Juan Pablo II citará esta declaración de Pablo VI en su Carta Apostólica Ordinatio sacerdotalis sobre la ordenación sacerdotal reservada sólo a los hombres (22 de mayo de 1994)20. Benedicto XVI en su enseñanza repetida sobre “María y el sacerdote ”, ve a la Virgen como Madre especialmente protectora de los sacerdotes en los que contempla la imagen y la misión de su Hijo Sacerdote. Nunca dice que fuera hubiera recibido el carácter sacer­ dotal. Lo cual no quita que su misión como Madre de Cristo fuera superior (por así decirlo) a la misión de los sacerdotes ordenados21. VI. CÓMO VE SAN LORENZO DE BRINDIS A MARÍA EN ESTE CUADRO DE PERPLEJIDAD HISTÓRICA La concepción del sacerdocio como conferido por el sacramen­ to del Orden, además de la participación de todos los fieles en el sacerdocio de Cristo, más que tratarlo de modo sistemático, S. Lo­ renzo lo supone en sus sermones acerca de la Eucaristía. En un sermón de Jueves Santo sobre la Cena del Señor expresa, sin dis­ quisiciones teológicas, la doctrina de la Iglesia: La consagración del Pan eucarístico pertenece sólo a los sacerdotes ordenados según el 19 Se subraya que igualdad no significa identidad dentro de la Iglesia, que es un cuerpo diferenciado en el que cada uno tiene su función... el único carisma superior que debe ser apetecido es la caridad. Los más grandes en el reino de los cielos no son los ministros, sino los santos. Dicha declaración fue aprobada por Pablo VI el 15 de octubre de 1976. 20 Ante las dudas suscitadas sobre el valor de la doctrina contenida en esa Carta Apostólica “Ordinatio Sacerdotalis ”, la Congregación para la Doctrina de la Fe, con fecha de 28 de octubre de 1995, aclaró que la doctrina, según la cual la Iglesia no tiene facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, debe considerarse dictamen definitivo, y se ha de entender como perteneciente al depó­ sito de la fe. 21 “ Por su identificación y conformación sacramental a Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, todo sacerdote puede y debe sentirse verdaderamente hijo predilecto de esta altísima y humildísima Madre”. En la audiencia general del 12 de agosto de 2009. NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 481-514, ISSN: 0470-3790 495

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