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CRISTIANISMO Y PLATONISMO. SEDUCCIÓN Y RECHAZO el platonismo le hizo ver a Dios, como anhelaba, pues quien ha visto lo divino no puede olvidado después, como piensan los platónicos, sino que es necesario admitir, como sólo lo descubre el cristianismo, que es la verdadera filosofía. Según ella, Dios es un ser único e in­ nombrable, o si se quiere usar el término que él le da, “anónimo”. Un Dios oculto, que se ha hecho visible al hombre, a través del Verbo, primogénito de toda criatura. Mantiene asimismo la estructura tripar­ tita del hombre, que es de origen estoico y que está presente en Filón de Alejandría y en los textos paulinos, según la cual el hombre consta de cuerpo, alma y espíritu y el espíritu que es imagen de Dios hace al hombre inmortal, aun siendo mortal por naturaleza. Justino, por tanto, mantiene que el cristianismo ha tomado lo mejor del platonismo y de la filosofía, aunque ha superado su visión de Dios y del hombre. Una actitud muy diferente de la de su contem­ poráneo Taciano, el cual, en su Discurso a los griegos16, manifiesta una acentuada aversión contra la filosofía y la cultura griegas. Los apologistas del siglo II no se preocuparon por construir sis­ temas filosóficos, sino que presentaron a los hombres de su tiempo una nueva perspectiva ante viejos problemas. Como ha señalado Wilson, más que hablar de una continuidad entre filosofía griega y cristianismo, que es la línea seguida por Jaeger, podemos decir que “la nueva f e impuso inmediatamente cambios masivos de pers­ pectiva, cuya previa aceptación motivó después su interpretación filo­ sófica. No se pasó del universo griego al universo cristiano por vía de evolución continua; más bien se tiene la impresión de que el universo griego se derrumbó súbitamente en el espíritu de hombres como Justino y Taciano, para dejar paso al nuevo universo cristiano. Lo que presta mayor interés a estas primeras tentativas filosóficas es que sus autores parecen andar en busca no de verdades por descubrir, sino más bien de fórmulas con que expresar las que ya han descubierto”11. 16 Véase el texto castellano en D. RUIZ BUENO, Padres apologetas griegos (s. II). ( Taciano, Discurso a los griegos), Madrid, BAC, 1979, 572-628. 17 E. WILSON, La Filosofía en la Edad Media, Madrid, Gredos, 1989, 33-34. NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 451-480, ISSN: 0470-3790 459

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