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PABLO GARCÍA CASTILLO “Bendito sea el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, quien nos bendijo con toda bendición espiritual en los cielos en Cristo, según que nos escogió en él antes de lafundación del mundo para ser santos e inmaculados en su presencia, a impulsos del amor, predestinándo­ nos a la adopción de hijos suyos porJesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos agració en el Amado. En el cual tenemos la redención por su sangre, la remisión de los pecados, según la riqueza de su gracia, que hizo desbordar sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia, notificándonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se propuso en él, en orden a su realización en laplenitud de los tiempos, de recapitular en Cristo todas las cosas, las de los cielos y las de la tierra ”54. Esto significa que la historia humana es fruto de un testamento idiatheke), de una libérrima disposición de la voluntad divina que entregó sus bienes a favor de los hombres o de un pacto sellado entre Dios y su pueblo. Hay en esta visión providente de la bondad generosa de Dios un horizonte no entrevisto por la filosofía griega, que jamás superó el concepto cerrado de la naturaleza aristotélica. La creación y la redención, como actos de amor del ser eterno en el tiempo, trasforman el sentido de la historia y del hombre. El cristianismo transforma profundamente el concepto griego del tiempo y eleva al hombre a una dignidad nunca alcanzada. Hay un salto del tiempo cíclico, inexorable, tal como lo imaginaron desde Pitágoras hasta los estoicos a una concepción lineal y progresiva de la historia, que halla su plenitud en la escatología. Y, en los textos paulinos, vemos cómo el hombre se eleva, desde su carácter de mi­ crocosmos a su condición de hijo de Dios, que ha dejado en él su imagen y le espera amorosamente después de cada alejamiento de la casa paterna. Tanto la creación como la encarnación y la resurrección su­ ponen una superación de la antropología platónica, que es, con mucho, la más próxima al cristianismo. La creación supone la comu- 54 Efesios 1 , 3 - 10 . 474 NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 451-480, ISSN: 0470-3790

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