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CRISTIANISMO Y PLATONISMO. SEDUCCIÓN Y RECHAZO ban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros ; pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: Porque somos también de su linaje. Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingenio humano. Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todosy en todaspartes deben convertirse, por­ que hafijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos. Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: Sobre estoya te oiremos otra vez. Así salió Pablo de en medio de ellos. Pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damarisy algunos otros con ellos”2*. En el capítulo final de un libro muy conocido25, A. J. Festugiére comenta este encuentro entre Pablo y los filósofos griegos destacan­ do algunos aspectos originales del mensaje paulino en relación con la filosofía griega, así como algunos puntos irreconciliables. No ten­ go intención de insistir en esta hermenéutica. Sencillamente, preten­ do hacer ver que en el discurso de Pablo se hallan las relaciones de afinidad y lejanía entre ambos mundos. O, dicho en otras palabras, el mensaje paulino aporta una serie de ideas, no sólo religiosas, sino también filosóficas que transformaron la propia cultura antigua y se convirtieron en el germen de la identidad europea y occidental y han pervivido, junto a la cultura grecorromana, hasta la actualidad. Tal vez no sea exagerado decir que este discurso recoge todas las principales ideas cristianas que poseen una relevancia filosófica decisiva, hasta el punto de que, después de su difusión en los pri­ meros siglos, transformaron la filosofía misma. 24 Hechos , XVII, 16-34. 25 A. J. FESTUGIÉRE, La esencia de la tragedia griega , Barcelona, Ariel, 1986. El último capítulo de este libro, titulado “Pensamiento griego y Pensamiento cristiano” (113-126) es un original comentario de este encuentro de Pablo con los filósofos griegos en Atenas. NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 451-480, ISSN: 0470-3790 463

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