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CRISTIANISMO Y PLATONISMO. SEDUCCIÓN Y RECHAZO vez que señala cómo la educación cristiana supera no sólo la visión ordenada del universo presentada en el Timeo y la concepción pla­ tónica de Dios, considerado en Las leyes21 como legislador y maestro del hombre, sino toda la cultura griega, por el simple y fundamental hecho de que la salvación del hombre se realiza a través de Cristo en un acontecimiento histórico, que transforma la historia de la humani­ dad y convierte a la providencia estoica en algo real. Y tampoco puede negarse, como destaca también Jaeger, que Basilio, Gregorio Nacianceno y Gregorio de Nisa asumieron con ma­ yor lucidez y consistencia aún la herencia griega y platónica. Pero, en todos ellos, especialmente en algunos discursos de Gregorio de Nisa podemos ver espléndidamente descrita la superioridad del hom­ bre cristiano, creado por Dios a su imagen y semejanza22, sobre el hombre griego, reducido a ser espejo de la naturaleza, microcosmos. Esa larga historia de seducción y rechazo entre el platonismo y el cristianismo de los cinco primeros siglos de nuestra era es, sin duda, una historia apasionante y llena de matices no siempre percibidos a la luz de su contexto. Pero en ella hay un instante crucial en que se encuentran por primera vez el nuevo mensaje cristiano y la tradición filosófica griega. Y ese momento, en que el cristianismo naciente va al encuentro de los griegos, es un acontecimiento histórico muy co­ nocido y ampliamente comentado, pero sobre el que ahora quisiera hacer algunas reflexiones quizá diferentes. Me refiero, por supuesto, a aquel día memorable en el que San Pablo visita Atenas y se dirige a los filósofos griegos para hablarles del Dios que ellos no conocieron. Sobre este acontecimiento histórico comenta Jaeger lo siguiente: “Ése fue el momento decisivo en el encuentro de griegos y cris­ tianos. Elfuturo del cristianismo como religión mundial dependía de 21 PLATÓN, Leyes I, 645 a; IV, 716 c y X, 897 b. 22 Un hermoso comentario de esta concepción antropológica expresada en Génesis I, 26, puede verse en SAN GREGORIO DE NISA, De opificio hominis. Y tam­ bién muy pertinente para entender la antropología de Gregorio de Nisa, a la luz del cristianismo, puede verse SAN GREGORIO DE NISA, Diálogo del alma y la resurrec­ ción, edición de L. M. de Cádiz, Sevilla, Apostolado mariano, 1990. NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 451-480, ISSN: 0470-3790 461

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