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ÁNGEL INFESTAS GIL supuso la casi total extinción de los esfuerzos embrionarios llevados a cabo durante tres décadas por parte de los pensadores sociales portugueses, mientras que con la vuelta al régimen democrático la sociología encontró un terreno más adecuado para su arraigo defini­ tivo, primero, en el ámbito científico y académico e, inmediatamente a continuación, en el ámbito profesional, hasta alcanzar el grado sobresaliente de madurez que hoy presenta. Si bien existe un consenso casi general acerca de la influencia de esos dos hechos centrales sobre la historia de la sociología por­ tuguesa, los autores que la han abordado añaden matices relevantes que deben ser tenidos en cuenta, conscientes del riesgo que supone cualquier tipificación de los hechos sociales. Generalmente, se suelen tomar como referencias centrales los dos grandes acontecimientos aludidos, siendo Braga da Cruz (1983) el único autor que presenta una tipología histórica sin esas conno­ taciones. En uno de los primeros ensayos publicados sobre el tema distinguía cuatro períodos hasta la década de los ochenta y los defi­ nía a partir de la orientación general de los estudios sociológicos en cada uno de ellos: Io sociología positivista, 2 ° sociología experimen­ tal, 3o sociología colonial y 4o sociología del desarrollo y del trabajo. De este modo, a un primer período dominado por la “sociología positivista” (1880-1910), en el que destaca la figura de Teófilo Braga, sigue el período de la “sociología experimental” (1910-1940), que coincide con el auge de los estudios leplaysianos en Portugal. El tercer período, “sociología colonial” (1940-1960), recoge el renacer de las ciencias sociales en su interés ultramarino como esfuerzo para explicar (y ¿controlar?) los movimientos independentistas en las colo­ nias. Por último, la denominación del cuarto período, “sociología del desarrollo y del trabajo” (1960-1980) designaría los nuevos intereses predominantes en un país que retomaba decididamente la vía de la modernización. Por otra parte, en una mesa coordinada desde la Asociación Portuguesa de Sociología, cuando esta sociología había alcanzado ya 388 NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 383-432, ISSN: 0470-3790

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