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ÁNGEL INFESTAS GIL “Em relagáo a esta época -longa e desigual no seu processo- a Sociología tende a assumir um carácter doutrinal, em consonancia com projectos e programas de abertura e de progresso ou de fecha- mento. Subvertida na sua especificidade de conhecimento científico, se, nuns casos, terá ajudado a romper o imobilismo e o tradiciona­ lismo reinantes. Noutros haverá contribuido para reforjar a ideolo- gia dominante. Nesta última situagáo, procura identificarse ou, ao menos, aproximar-se os conceitos de Sociología e de Socialismo, como forma contrariar aquela. Ai reinará parte da suspeigáo táo difundida no anterior regime a seu respeito. Se era entáo banida, nao seria tanto por contrariar a mentalidade tradicional, mas talvez mais por evocar subversoespopulares”(Fernandes, 1996: 15). “Será difícil que a Sociologia actual se reveja nesses autores”, concluía Fernandes. Esos balbuceos iniciales de la sociología en Portugal estuvieron marcados también por una gran indiferencia- ción disciplinar, donde las fronteras con otras ciencias sociales eran inexistentes; por niveles mínimos de institucionalización y por un fuerte componente reformista que inspiraba movimientos sociales, a la vez que situaba a esta ciencia social en el centro de las luchas político-ideológicas. 1.2. El esta d o n o v o y la s o c io lo g ía En los años veinte del siglo pasado se produjeron acontecimien­ tos que marcaron el desarrollo de la sociología, acentuando los ras­ gos propios de su evolución en Europa y en los Estados Unidos. Progresivamente fueron desapareciendo los representantes de la se­ gunda generación de sociólogos, los ‘clásicos’, y la implantación de regímenes autoritarios en Alemania y en Italia tuvo consecuencias nefastas para la consolidación de cualquier reflexión crítica sobre la sociedad. De ahí que tuvieran que pasar dos décadas y vivir el trauma de una guerra mundial antes de que la sociología encontrara en los países europeos las condiciones indispensables para su recu­ peración. Mientras tanto, en los Estados Unidos había mantenido una tendencia creciente hacia su implantación académica y social que se 400 NAT. GRACIA LIX 3/septiembre-diciembre, 2012, 383-432, ISSN: 0470-3790