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LUIS ANDRÉS MARCOS es entendido como método de conocimiento filosófico y no solo como recurso literario. Allí proponía yo, siguiendo a Unamuno en las dos primeras páginas de En torno a l casticismo, dos tipos de lectores cuya descripción y distinción contempla. Estos dos tipos de lectores son, en su terminología: el lector notariesco y silogístico y el lector de alternativa de contrarios. Evidentemente Unamuno proponía para sus textos el segundo tipo. También en mi artículo citado, aunque de forma muy breve y a modo de ejemplo, mencioné la Novela (o nivo- lá) Am or y Pedagogía. Pues bien lo que intento ahora es desarrollar más extensamente aquellas ideas y asegurarlas, valiéndome de una presentación más amplia de dicha novela, en la que quiero atender no sólo a su contenido, sino también en la forma novelesca en que dicho contenido está presentado. Como es sabido Unamuno publicó Amor y P edagogía en 1902, y la volvió a reeditar en 1934. La primera edición consta de una De­ dicatoria, un Prólogo, un Logos (= texto de la novela), un Epílogo y los Apuntes para un tratado de cocotología. A la segunda edición le añadió un Prólogo-Epílogo colocado después del primer Prólogo y un Apéndice que sigue a los Apuntes para un tratado de cocotología. Para mi objetivo me interesa de manera especial el logos de la novela y los citados Prólogos y Epílogos. En vistas a hacerlo más comprensible, voy a desarrollar mi traba­ jo en tres partes que titularé: 1. Avito o el juego de la lógica. 2. D. Fulgencio o la lógica del juego. 3. (¿Y el lector?) 1. AVITO O EL JUEGO DE LA LÓGICA De momento diré que esta novela, como sucede casi siempre en las novelas de Unamuno, tiene un solo Protagonista: Avito Carrascal. Podríamos decir que Amor y Pedagogía es la novela de Avito Carras- 314 NAT. GRACIA LIX 2/mayo-agosto, 2012, 313-339, ISSN: 0470-3790

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