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FAUSTINO GARCÍA al rey San Fernando; a Fernando, el Católico, y a su nieto, el empe­ rador Carlos I, en 1534. Para señalar la importancia que adquirió este convento nos bas­ te indicar que de él salieron un buen número de mártires, santos, prelados, misioneros, doctores, confesores de reyes, tres generales de la Orden y cuatro de los más insignes teólogos que asistieron al Concilio de Trento32. A pesar de su importancia y de las vastas dimensiones que este edificio ocupaba, la fachada de la iglesia no correspondía a tanta magnificencia. Se reducía a una portada greco-romana33. Del con­ vento sólo quedan restos de la bóveda y el retablo barroco del altar mayor, obra de Andrés García de Quiñones, y otra capilla lateral de fábrica gótica. En cuanto a la fachada principal, ha desaparecido por completo, así como el claustro, que fue desmontado, tras la Guerra de la Independencia, y, hoy, forma parte del patio del Colegio de las Siervas de San José, en la esquina de las calles Gran Vía y Marquesa de Almarza. La iglesia y el claustro fueron erigidos a principios del si­ glo XVI, por expreso encargo del Arzobispo de Santiago, don Alfonso de Fonseca, el Menor; por lo que es de suponer que, como ocurre en otros edificios históricos de Salamanca, estuvieran ornando las pa­ redes, los escudos, con las cinco estrellas del blasón de los Fonseca. Contaba la fachada con dos cuerpos, siendo el primero de fac­ tura más artística que el segundo. Era el cuerpo bajo, de orden corin­ tio, con columnas estriadas y casi arabescas en su piso, en el que se veían intercalados los escudos con las armas reales y de la Orden Seráfica. En los entrepaños de las columnas se veían nichos con pe­ queñas estatuas religiosas y en el centro se alzaba un arco elevado 32 En las listas de asistentes al Concilio de Trento, en sus distintas sesiones, aparecen los franciscanos: Andrés de Vega, Alonso de Castro, Francisco Salazar y Antonio de Ulloa, teólogos que estudiaron o impartieron clases en el Estudio Gene­ ral que la Orden Franciscana tuvo en el Convento de San Francisco, el Real , y en la Universidad de Salamanca. 33 De esta portada dan fe los grabados recogidos en la obra: “Dibujos Salman­ tinos” de Joaquín Vargas, Centro de Estudios Salmantinos, XIII, CSIC, Salamanca 1974. 306 NAT. GRACIA LIX 2/mayo-agosto, 2012, 289-311, ISSN: 0470-3790