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FAUSTINO GARCÍA bolas de metal o, cuando faltaban éstas, se usaban cadenas, clavos de herradura, cristales, piedras,... Los obuses podían disparar balas metálicas huecas, de forma esférica, cargadas con explosivos y de las que sobresalía una espoleta. Ésta era encendida por la explosión de la carga propulsora depositada en el cañón del obús y estaba colo­ cada de forma que ardiera durante el tiempo que el proyectil tardara en llegar al objetivo. En ese momento detonaba el explosivo interno, que se dispersaba en todas las direcciones. Para obtener buenos resultados, los artilleros tenían que ser muy hábiles y calcular per­ fectamente todos los detalles; en numerosas ocasiones, el proyectil caía a tierra antes de hacer explosión. Este tipo de balas tenían gran capacidad incendiaria, por lo que se usaron con frecuencia en los sitios de ciudades y en los cercos a posiciones fortificadas a lo largo de toda la guerra. Así las cosas, Lord Wellington marchó con el grueso de su ejér­ cito a una posición a unos cinco kilómetros al norte de Salamanca, los llamados altos de San Cristóbal de la Cuesta; dejando a la sexta división del general Clinton, el encargo de quedarse en la ciudad y asediar los fuertes. Parte de esta división se alojó en el convento de San Francisco, El Real, desde el que hostigaba el fuerte de San Vicen­ te, entrando y saliendo, a cubierto del fuego francés, por un sistema de trincheras que nacía en el edificio de los franciscanos. Entre los monumentos desaparecidos durante la Guerra de la Independencia, en Salamanca, figuran: El Asilo de las Arrepentidas, el Colegio de San Pelayo20, el Colegio de Santa Cruz de Cañizares21, 20 El Colegio de San Pelayo es, también, conocido como el “Colegio de los Verdes”. Fundado en 1577 por D. Fernando Valdés. Resultó destruido en 1812, durante la Guerra de la Independencia. Sus restos (capilla,...) se encuentran, en la actualidad, en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca. 21 Fundado en 1534 por D. Juan de Cañizares y Fonseca. Sólo se conserva la fachada barroca de su iglesia, porque fue destruido durante la Guerra de la Indepen­ dencia en 1812. Sus restos están situados en la calle Cañizal, esquina Tahonas Viejas. 302 NAT. GRACIA LIX 2/mayo-agosto, 2012, 289-311, ISSN: 0470-3790

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