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SENÉN VIDAL nuestra carne mortal. 12 Así, la muerte actúa en nosotros, pero la vida, en vosotros35. 3-3. Los SIGNOS DEL SERVIDOR DE DIOS: 2 COR 6,3"10 Esta última lista presenta la actitud y el comportamiento del evangelizador como los signos o credenciales del auténtico “ser­ vidor de Dios”. En el trasfondo está, de nuevo, el contraste con la actitud y el comportamiento de los misioneros opositores llegados a Corinto. La construcción del texto es cuidada y variada: después de una breve introducción (v. 3-4a), la lista señala el aguante del evangelizador en todo tipo de calamidades (v. 4b-5), su recta acti­ tud en la actividad misional (v. 6-7a), su justa lucha en las diversas situaciones (v. 7b-8a) y el contraste entre su apariencia y su realidad verdadera (v. 8b-10). 35 Los v. 10-12 presentan la existencia del misionero (peripherontes : lle­ vando de una parte a otra, en la vida itinerante) como una participación en la existencia de Jesús muerto y resucitado. Pablo aplica así al misionero la tradi­ ción bautismal, referida a todo cristiano. “En el cu erp o ” («en to som ati ): el término “cuerpo” (som a) en este contexto (2 Cor 4,10; 5,6.8.10) indica la existencia humana presente débil y mortal; equivale, entonces, a la expresión en te thnete sarki hem on ( “en nuestra ca rn e m ortal") del v. 11. “La m uerte”(ten nekrosin ): el término técnico médico nekrosis significa el estado de debilidad y de impotencia de lo que está muerto o necrosado (cf. Rom 4,19); precisamente por ese sentido de debilidad (cf. 2 Cor 13,4) se emplea aquí ese término, en lugar de tban atos (“muerte”). A ese mismo sentido de debilidad apunta, probablemente, el nombre simple “Jesú s” (sin ningún título), que es raro en Pablo (solo 18 veces). En oposición a nekrosis (debilidad de la muerte), el término dsoe ( “v id a ,r) señala aquí la potencia de la vida. El v. 12 aplica lo dicho en v. 10-11 a la actividad misional de Pablo: la “muerte” “a c tú a ”(energei- tai: ejerce su energía) en la existencia débil del misionero ( “en nosotros,f), mientras que la “vida” actúa en la potencia de la actuación misional, engendradora de vida en la comunidad ( “en vosotros,f). 282 NAT. GRACIA LIX 2/mayo-agosto, 2012, 261-287, ISSN: 0470-3790

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