PS_NyG_2012v059n002p0261_0287

LA VIDA DEL EVANGELIZADOR SEGÚN PABLO sus secuaces corintios. Ellos aducirían la enfermedad crónica que pa­ decía Pablo como una demostración contundente de su “debilidad” y de su falta de carismatismo. El texto presenta un relato de una curación fallida, que paradójicamente se convierte en una auténtica “sanación”. El texto sigue al comienzo las pautas de un relato hele­ nístico de un milagro de curación (v. 7b-9a), para pasar después a señalar el efecto de ese milagro, describiendo el sentido auténtico de la sanación, por medio de una lista de calamidades (v. 9b-10). a) El milagro de la sanación: v. 7b-9a 7 Por eso, para que no me ensalce, me fue dada una espina en la carne, un ángel de Satanás, para que me golpee, a fin de que no me ensalce. 8 Por eso, tres veces rogué al Señor que eso se apartara de mí. 9 Y me dijo: “Te es suficiente mi don, pues la potencia se realiza en la debilidad”31. 31 Los v. 7b-9a están construidos al estilo de un relato helenístico de cura­ ción portentosa, en el que la divinidad se aparece y pronuncia un oráculo para la curación de la enfermedad, al estilo, por ejemplo, de los relatos de curaciones tes­ tificados en las inscripciones del templo de Esculapio en Epidauro: descripción de la enfermedad dolorosa y humillante ( v . 7b), ruego a la divinidad ( v. 8), respuesta oracular de la divinidad ( v. 9a). El tono del relato es el realce de la debilidad y de la humillación de la enfermedad: de ahí la insistencia en ese motivo en el v. 7b y la revelación oracular del Señor sobre la “potencia” en la “debilidad” en el v. 9a, que es el clímax al que tiende todo el relato. Esto apunta a que la enfermedad de Pablo era un motivo de la acusación de “debilidad” contra él por parte de los misioneros opositores y de sus secuaces corintios: para ellos, la enfermedad de Pablo era una demostración evidente de su falta de poder carismàtico y taumatúrgico, ya que no se podía curar a sí mismo. En conformidad con el mundo simbólico de entonces, el v. 7b presenta la enfermedad como actuada por un poder demoníaco (cf. Gal 4,14). La descripción de la enfermedad es tópica: lo mismo que en Gal 4,13-15, el texto no señala nada sobre el carácter concreto de ella. Se trataba, sin duda, de una enfermedad seria y crónica: Pablo estaba ya acostumbrado a ella (v. 9b-10) y ya la tenía en su misión en Galacia (Gal 4,13-15). Su origen hay que buscarlo, probable­ mente, en las calamidades sufridas en la misión: el v. 10 establece esa relación (cf. anteriormente nota a 2 Cor ll,23b-25). La imagen de la “espina (. skolops : algo pun­ zante) en la ca rn e” apunta al doloroso ataque de una enfermedad corporal. “Tres veces”-, motivo tópico para la petición urgente e insistente. El “Señor” es Cristo (cf. NAT. GRACIA LIX 2/mayo-agosto, 2012, 261-287, ISSN: 0470-3790 279

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz