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FERNANDO URIBE franciscana. Son los cuatro capítulos que forman la segunda parte y que continúan la numeración de la primera. El comentarista trata de integrar las Cartas de Clara a su reflexión sobre los pasajes selec­ cionados de la RegCl, pero tiene en cuenta también las otras fuentes franciscanas y continúa recurriendo a la Biblia, como lo había hecho en la primera parte. El capítulo sexto, dedicado a la vida evangélica, busca hacer ver la centralidad que tiene el Evangelio en la Regla, como expresión del seguimiento de Cristo. Es una centralidad que se manifiesta de múltiples formas, como en el título de las destinatarias (las hermanas pobres), en los aspectos fundamentales de la forma de vida como son los votos, en la obediencia a la Iglesia y a Francisco, en el espí­ ritu de desapropiación como requisito para entrar en el monasterio, en la profesión y en la forma de vestir. La vocación contemplativa es tratada en el capítulo séptimo, donde el autor parte de una reflexión sobre el primado de Dios y sobre la contemplación como opción evangélica, para luego referirse a algunos aspectos específicos a través de los cuales se vive dicha opción a la luz de la RegCl , de modo particular la clausura, la ora­ ción litúrgica, el ayuno y otras prácticas de mortificación, el trabajo manual y su relación con el espíritu de oración y devoción. Este ca­ pítulo termina con una larga reflexión teológica sobre el significado de la contemplación. Al tema de la comunión fraterna está dedicado el capítulo oc­ tavo, que comienza refiriéndose a varios aspectos de la comunión, como su significado teológico bíblico, la concepción de la fraterni­ dad como don y misión, y las características de la vida común en el período de los apóstoles. Luego entra a describir las estructuras de la comunidad a la luz de la RegCl , dentro de las cuales no podía faltar la de la autoridad, encarnada en la abadesa, y los Capítulos comunitarios. Al final dedica varias páginas a la exhortación cumbre de la RegCl , cuyo tema central es precisamente el amor de caridad. El último capítulo, el noveno, está dedicado al tema de la pobre­ za. Después de la presentación de la pobreza como un “privilegio”, 230 NAT. GRACIA LIX 2/mayo-agosto, 2012, 197-257, ISSN: 0470-3790

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