PS_NyG_2012v059n002p0197_0257
FERNANDO URIBE Reconoce que durante la revisión previa a la edición, se produjo una transformación entre lo dictado y lo impreso a través de retoques e integraciones de otros datos. El volumen está precedido de una breve presentación inicial, del texto de la Regla y del Testamento de Clara. El cuerpo central del mismo, consta de dos partes: la primera titulada “Teología de la forma de vida” y la segunda “Comentario de la Regla”; cada una de estas partes está dividida en capítulos, la primera en cinco (I-V) y la segunda en cuatro (VI-IX), cuya enumeración sucesiva quiere signi ficar la unidad interna de la obra. Al comenzar la primera parte, el autor pone como presupuesto de su reflexión su concepción del carisma como una forma de vida contemplativa, expresión de la “sin-forma” que es la vida cristiana, dado que en último término es la vida del Hijo en el Espíritu, el sin-forma; pero esta “sin-forma” adquiere forma a través de la Encar nación de Cristo. Precisa además que no tratará sobre el carisma en general sino sobre el suscitado en la Iglesia a partir de Francisco de Asís y manifestado de modo excelente en santa Clara a través de la contemplación. Ya esta precisión señala la tónica que tendrá la re flexión que sigue, la cual abarca los siguientes tópicos: I. La vocación contemplativa franciscana; II. La figura de santa Clara; III. Vocación y forma de vida; IV Vida y Regla; V. Espíritu y Regla. Los tres primeros capítulos constituyen como el referente teo- lógico-espiritual a partir del cual es posible entender la RegCl en su justa dimensión, al menos desde la que se propuso estudiar el autor. El término “contemplación” es usado en sentido tradicional, es decir, como aquella forma de vida que se desarrolla de modo permanente en un determinado lugar, alternativa a la llamada “vida activa” que se desarrolla en varios lugares. La reflexión se basa en los datos de algunas fuentes biográficas primitivas, en particular de la Leyenda mayor de san Buenaventura y de las relacionadas con santa Clara, de las cuales el autor cita largos párrafos; por el manejo que hace de estas fuentes, en ocasiones se tiene la impresión de que no tiene en cuenta el significado del género hagiográfico. Al final de cada 228 NAT. GRACIA LIX 2/mayo-agosto, 2012, 197-257, ISSN: 0470-3790
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz