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CONFERENCIA DE LOS MINISTROS GENERALES DE LA PRIMERA ORDEN Y DE LA TOR V iv ie n d o el E v a n g elio ... En una sociedad bombardeada por imágenes donde el indivi­ duo es lanzado a buscar una continua representación de sí mismo, vosotras estáis llamadas por el Espíritu a ser un simple signo de la presencia de Dios. Sabemos que no es siempre fácil, sobre todo cuando ello requiere una continua conversión evangélica de la men­ te, del corazón, de las actitudes, de las estructuras de vuestra perso­ nalidad, para ser significativas y para no caer en la fácil competición mundana, sin negociar los fundamentos de vuestra vida. Mientras que el mensaje que pasa por vuestro testimonio se expresa con estructuras, signos y símbolos, la Regla escrita por Clara pide hoy a sus hijas una vida evangélica vivida como pobres sine glossa. Sabemos que en las fraternidades el Espíritu de Dios os lleva a buscar, a discernir evangélicamente, para mantener viva la atención y examinar las estructuras que no permiten reflejar in­ mediatamente la presencia de Dios. Sois por lo tanto llamadas a revisar los signos y símbolos para que sean comprensibles, en este tiempo en que todo es opinable; incluso lo sagrado, que ya no conduce al más allá de Dios, tiene el riesgo de entrar en la lógica del 'usa y tira\ A los consagrados les es pedido expresar el absoluto de Dios. Vosotras, en modo particular, sois llamadas a vivir una vida funda­ da sobre signos y símbolos que no conducen al vacío de un estéril adoctrinamiento, ritualismo o activismo, sino que sepan conjugar en el hoy las raíces del pasado y la profecía del futuro: estructuras, signos y símbolos que hacen ver simplemente a Dios. ¿Cómo podéis ser testimonio de su presencia a través de la For­ ma de vida que un día el Espíritu ha confiado a Clara y que continúa confiándoos a vosotras en este tiempo en que parecen desaparecer las coordenadas más elementales de la existencia? Mientras todo el mundo gira vertiginosamente, vosotras, en la estabilidad, hacéis visible que Dios espera siempre a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo, para amarles. NAT. GRACIA LIX 2/mayo-agosto, 2012, 183-194, ISSN: 0470-3790 185

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