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PILAR PENA BÚA 132 nat. gracia LIX 1/enero-abril, 2012, 123-147, ISSN: 0470-3790 modo de bautizar..... todo ello se le había hecho sumamente difícil. ¿Estas situaciones le llevan a estar más cerca de Erasmo en el proble- ma de la libre voluntad? ¿O las diferencias teológicas eran de mayor calado? Si Melanchthon buscaba que el círculo de Wittenberg tuviese nuevamente contacto con Erasmo, sus intenciones no eran alcanzar una reorientación teológica sino reforzar la alianza entre Humanismo y Reforma mediante un acuerdo científico al servicio de la educación y la formación. En estas cuestiones Melanchthon tenía mucho en común con Erasmo. El esfuerzo por unir la nueva formación huma- nística con la devoción ( eruditio et pietas ) también lo aproximaba a Erasmo, al igual que el fuerte interés por la ética, que pasa a ocupar un puesto preferente. De hecho, Melanchthon comenzó sus estudios de Teología con la intención de lograr un mejoramiento de la vida 18 , que básicamente consistía en lograr tiempos de paz y sociedades jus- tas. ¿Deberían ser motivo de división algunas opiniones diferentes? ¿Acaso no se coincidía en las tareas más importantes: paz, educación, modos de vida...? ¿No se podría reconducir la polémica? II. ERASMO Y MELANCHTHON: ESFUERZOS A FAVOR DE LA PAZ 1. L a pax C hristi Erasmo escribió una larga carta en mayo de 1527 al rey de Po- lonia Segismundo II (1520-1572) 19 en la que defendía su ortodoxia en contra de ciertas acusaciones, sobre todo su interpretación del Sacramento, y hacía hincapié en sus esfuerzos en pos de la paz y la armonía. La amada concordia ( sarcienda concordia ) era asunto que concernía por igual a reyes y a teólogos. Esta idea no es nueva en Erasmo, en carta escrita diez años antes al humanista bohemio John 18 “ Ego mihi ita conscius sum non aliam ob causam unquam teologejénai nisi ut vitam emendarem .” CR I, 722. 19 Cf. Allen 7, 60.

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