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LA TEOLOGÍA EN LA FILOSOFÍA UTILITARISTA DE JOHN STUART MILL (II) nat. gracia LIX 1/enero-abril, 2012, 51-77, ISSN: 0470-3790 73 Así, Mill ha llegado desde la moralidad a la religión pasando por los sentimientos. Y así es cómo él nos llega a apuntar la función de la religión como una función que guarda total relación con la consecu- ción y promoción del bien común, hasta el punto de que éste puede constituirse en principio rector de la función de la religión. Se trata de un principio nada revestido de sobrenaturalismo, criticado siem- pre por Stuart Mill, y capaz de satisfacer las necesidades de todos; y por ello merece ser llamado religión. Pero observemos que ese título Mill se lo otorga al principio del bien común. Esa sería la función de la religión, una Religión de la Humanidad: El sentido de unidad con el género humano y un profundo sentimiento por el bien común pueden cultivarse hasta el punto de constituir un principio que satisfaga todas las funciones importantes de la religión y que pueda con justicia apropiarse ese nombre (...). Ahora mantendré que dicho principio no sólo es capaz de satisfacer esas funciones, sino también de hacerlo mejor que cualquier forma de sobrenaturalismo. No es que únicamente tenga derecho a que se le llame religión, sino que es, en rigor, una religión mejor que cualquier otra a la que ordinariamente se atribuye ese título 99 . Y esa religión, en rigor, es la Religión de la Humanidad, la cual tiene como connotación moral la preocupación por las consecuen- cias de las acciones y por el bien general. Resulta importante traer aquí el aspecto de la religión en relación con la felicidad del indivi- duo porque John Stuart Mill trata de poner a la religión en relación con el individuo y de buscarle un papel dentro de la libertad y feli- cidad del individuo. El individuo para Mill es feliz, entre otros aspectos, si puede ex- presarse libremente; si puede dejar fluir sus ideas, talento e ingenio libremente. Sólo así una sociedad puede ser realmente feliz. Para Stuart Mill la religión, como el arte o la poesía, puede proporcionar religión guarda relación con mover los sentimientos de los individuos hacia un bien que sea común para todos y bueno para todos. 99 O. c., 81.

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