PS_NyG_2012v059n001p0007_0049
ASUNCIÓN ESCRIBANO HERNÁNDEZ 28 nat. gracia LIX 1/enero-abril, 2012, 7-49, ISSN: 0470-3790 pensamiento cristiano como forma de acceder a lo divino 34 . Es más, orientado por la idea incardinada por Hans Urs von Balthasar sobre la propia imbricación de los trascendentales entre sí, y de cómo “el descuido de uno de ellos repercute catastróficamente en los otros dos” , llega a señalar que entre el primado de la ortodoxia primero y luego el de la orto- praxis, la contemplación de la belleza del mundo o del acontecimiento sobrenatural de la salvación ha quedado muy orillada, lo cual ha repercutido negativamente en la misma experiencia de la verdad y del bien 35 . Sin embargo, más allá de lo que la teología pueda ofrecer, y en el contexto mediático de la comunicación en nuestros días al que con anterioridad me he referido, aquel en el que las imágenes cada vez ocupan una mayor importancia, en absoluto es el elemento es- tético algo que deba dejarse a un lado, si bien no tanto para acercar al hombre a Dios, de un modo directo, cuanto para favorecer, al menos, una mejor comunicación entre los hombres que favorezca la instauración del Reino de Dios entre nosotros. No en vano, durante siglos el arte ha constituido un ejemplar elemento de comunicación al servicio del cristianismo. En cualquier caso, son numerosos los aspectos que favorecen el que en nuestros días la belleza en las in- formaciones se antoje como el mejor síntoma de una nueva mirada al mundo que haga de él algo más bello de lo que es. Si el comu- nicador hace verdadera la idea según la cual “el hombre entero se conmueve ante lo hermoso y responde haciéndole eco en todo su yo” 36 , qué duda cabe que la comunicación estaría atendiendo verda- deramente a su principal razón de ser. 34 Cf. G. TEJERINA ARIAS, Via esthetica. El acceso a Dios a través de la belleza del mundo , Salamanca, Publicaciones Universidad Pontificia, 2007, 9. 35 Ib., 10. 36 Ib., 55.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz