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EL PECADO ORIGINAL, CLAVE PARA ENTENDER EL MUNDO DESDE LA FE de la enfermedad, porque no creyeron a los profetas. Como dice San Agustín, De Trinitate, libro XIII, capítulo 19: “Aquellos eminentes filósofos de los gentilespudieron ver lasperfecciones invisibles de Dios hechas visibles po r el conocimiento que de ellas nos dan sus criatu­ ras. Sin embargo, filosofaron sin el Mediador, esto es, sin el hombre Cristo, pues no creyeron a los Profetas que anunciaron su venida, ni a los Apóstoles que predicaron que había venido. Por ello, tuvieron aprisionada en la iniquidad la verdad ”32. Todo ello es aplicable al naturalismo de nuestro tiempo. “Los psicólogos pueden ayudar al hombre a buscar la perfección en Cristo-también si ello entraña sacrificio y sufrimiento. Unpsicólogo católico que él mismo comprende su identidad y libertad en Cristo, el significado de la vida y lafuente del amor incondicional, comunicará estas verdades a los que estén a su cuidado. Fiel a su misión, el amor que es de Cristo llenará no sólo su propio corazón sino los corazones y las vidas de suspacientes ” 33. La antropología ha considerado con frecuencia la postura dife­ rente del que tiene fe en Dios y del no creyente, ante el dolor y la muerte. Es muy diferente psicológicamente la reflexión sobre la vida y el sufrimiento del que tiene esperanza en un Dios que le espera más allá de la muerte, frente al que vive sin esperanza y cuya deses­ peranza -por no decir desesperación- se agudiza en el dolor y ante la muerte. Pero la iluminación desde el futuro que da la esperanza, se acrecienta con el conocimiento -también de fe- desde el pasado. 32 Morbum nescierunt, quia causam ignoraverunt. Si enim, ut dicunt philosophi, anima naturaliter unitur corpori, non contrahit morbum-aliter Deus res dissiparet, non conservaret-, hoc tamen fit per culpam a principio originali, scilicet Adam. Hoc autem, quod Adam comedit lignum vetitum, per rationem sciri non potest nisi per auditum; et ideo fides necessaria est. Ad causam ergo morbi non venerunt, quia prophetis non crediderunt; ut dicit Augustinus De Trinitate, libro décimo tertio, capitulo décimo nono: “lili gentium philosophi praecipui, qui invisibilia Dei per ea quae facta sunt, intellecta conspicere potuerunt; tamen, quia sine Mediatore, id est sine homine Christo, philosophati sunt, quem nec venturum Prophetis nec venisse Apostolis crediderunt, veritatem detinuerunt in iniquitate”. Ib., n.9. 33 L.c., 273. NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 669-694, ISSN: 0470-3790 693

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