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BERNARDINO DE ARMELLADA cuales se inficiona la cognitiva, la amativa, la potestativa, y entonces queda inficionada toda el alma ”26. Concluíamos en nuestro trabajo: El enigma del mal seguirá sien­ do siempre actual y será un enigma inútil para quien quiera des­ cifrarlo a base de inteligencia. Escoto, como todo teólogo católico, ve en el mal moral un efecto de la libertad creada. Y respecto del pecado original, nos parece que explica mejor que nadie el desor­ den inicial de la humanidad en cuanto privándose de la orientación existencial que le daba sentido en el plan de Dios. Y respecto de la culpabilidad universalmente transmitida, intuye el nivel profundo de voluntariedad virtual en la voluntad, que es esencialmente libre pero dañada en su proyección existencial, dependiente o solidaria tanto para el bien como para el mal27. 14. ¿PERSPECTIVA INTERDISCIPLINAR DE LA TEOLOGÍA DEL PECADO ORIGINAL? Hemos visto que “la verdad del pecado original” no es sólo tema de revelación y de teología. Cierto que como enfermedad so­ brenatural tiene por médico y medicina a Cristo y su gracia en los sacramentos. Pero reconocer el pecado original como raíz de nuestra debilidad volitiva y psicológica, hace plausible examinar la ayuda que a nuestros males puede prestar el conocimiento no sólo natural de su origen . En este sentido, una obra reciente sobre el pecado original en una perspectiva interdisciplinar28, presenta, junto con una visión dog­ mática del pecado original, perspectivas exegéticas ( una relectura 26 Collationes in Hexaémeron, coll. VII, textos de nn. 8 y 9, puestos más abajo, en la nota 28. 27 Cf. El pecado original en lectura escotista, en Naturaleza y Gracia 51 (2004) 745-774. 28 Pedro Barrajón - Thomas D. Williams (ed.), II peccato origínale. Una prospettiva interdisciplinare, Librería Editrice Vaticana 2009. 690 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 669-694, ISSN: 0470-3790

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