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EL PECADO ORIGINAL, CLAVE PARA ENTENDER EL MUNDO DESDE LA FE texto paradigmático de San Pablo: Por la d esobed ien cia d e un solo hombre, todos fu e r o n constituidos p e c a d o r e s , el significado claro es que el primer hombre, afectado por su pecado en su voluntad de teriorada, origina un grupo solidario en lo bueno y en lo malo. Es la así llamada personalidad corporativa, que San Pablo afirmará de nuevo en primera carta a los Corintios con su doble aspecto negativo y positivo, contraponiendo a Jesucristo frente a Adán: Pues d el mis mo m odo qu e en Adán mueren todos, a s í también todos revivirán en Cristo (ICo 15,22). Elp r im er hombre, salido d e la tierra, es terreno; el segundo, viene d el cielo. Como el hom bre terreno, a s í son los hombres terrenos; com o el celeste, a s í serán los celestes. Yd el mismo m odo qu e hem os llevado la imagen d el hom bre terreno, llevaremos también la im agen d el celeste (ICo 15,47-49 ). En la solidaridad natural con el Adán pecador, el hombre natural queda privado de la gracia. En la solidaridad con el nuevo Adán, él recupera la gracia de que estaba privado. Todo ello repercute en cada ser integrado en el conjunto huma no, como situación congènita en virtud de la misma generación, y como manifestación derivada de actitudes colectivas, causa y efecto al mismo tiempo de los pecados personales. En este sentido se pue de hablar de un pecado que se ha dado en llamar pecado estructu ral, que no elimina, sino que envuelve, la responsabilidad parcial de cada individuo. 8. EL PECADO ORIGINAL ES UNDATO INHERENTE ALAFE CRISTIANA No obstante los indicios para una sospecha confirmada por la fe, el ‘pecado original’ es una realidad de fe y no de evidencia natural. Tratando de supeditar el dogma de fe a lo que las ciencias naturales pueden aportar sobre el origen y evolución de la humanidad, habrá eruditos, sobre todo en antropología filosófica, que, confundiendo la expresión literaria de un acontecimiento moral sobrenatural con su contenido real, seguirán considerando histórica y psicológicamente absurda la doctrina del pecado original. Un juicio certero del Beato NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 669-694, ISSN: 0470-3790 681
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