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BERNARDINO DE ARMELLADA causas de este desacato a la moralidad más fundamental, llevaría a un trabajo ímprobo de moralistas, psicólogos, sociólogos, etc. E. Rojas señala un punto crucial. Sus palabras: “Veo la palabra amor falsifica­ da. Hay un uso, un abuso y una manipulación de la palabra amor. ¡A cualquier cosa se le llama amor!... Y frente a lo que debería ser un “ ideal de vida, realista y exigente a la vez, nos encontramos con una sociedad en la que han ido residiendo de forma gradual y progresiva una serie de contenidos, unas veces claros y otros desdibujados: el hedonismo, el consumismo, la permisividad y el relativismo, y todos ellos hilvanados por el materialismo y la falta de espiritualidad... La epidemia de parejas rotas es contagiosa... Se copian muchas de esas vidas, unas veces de famosos (sin prestigio) y otras, de personas cercanas con las que nos tropezamos a diario, con lo que se produce una espiral encadenada de rupturas, en donde todo se desdramatiza y se ve como normal”11. Es una muestra de lo que acontece en otros ámbitos de la convivencia humana. Concuerda esta visión con la de Gerhard Lohfink y Ludwig Weimer, dos autores que han estudiado el tema del pecado original en su contraste con la cultura envolvente, religiosa y laica. No tienen reparo en confesar que el pecado original les resulta “uno de los dog­ mas más realistas de la Iglesia ”12. Lo ven efectivamente como epidemia venenosa. “El mundo, es­ criben, en el que un niño es introducido al ser engendrado no es en modo alguno neutral. Está ya dominado por muchos poderes... Cuando se dice que cada uno nace en el pecado original, no se afir­ ma que los recién nacidos hayan ya pecado personalmente. Mucho menos se afirma que los niños son engendrados en pecado porque el acto de la generación sea en sí pecaminoso. La Iglesia quiere decir más bien que los niños, mediante la generación son introducidos en un mundo que está marcado ya por la codicia y la violencia, por la mentira y la manipulación. Son generados dentro de un mundo en 11 E. ROJAS, Las tres epidemias modernas , en ABC 21/05/2011. 12 Das Dogma von der Erbsünde ist einer der realistischsten kirchlichen Dogmen“. Gerhard Lohfink - Ludwig Weimer, María - nicht ohne Israel..., 58. 678 NAT. GRACIA LV1II 3/septiembre-diciembre, 2011, 669-694, ISSN: 0470-3790