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JUAN ANTONIO MATEOS PÉREZ Cueza primero, y la de Santa María de Rioseco después, habiendo sido arcipreste de uno y otro partido. Se trasladó a Madrid en 1875, consiguió una plaza en el Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios, gracias al apoyo de sus amigos Gumersindo Laverde y Menéndez y Pelayo. Tendrá un humilde pues­ to en la Biblioteca Nacional, trabajando en la sección del índice. Caminero era un hombre esquivo y poco propicio al trato social, aunque colaboró con ambos, buscando libros y haciendo pequeñas revisiones de algunos escritos de Menéndez y Pelayo. Le ofrecerá a éste, las páginas de La Defensa de la Sociedad, revista que funda Francisco Caminero, cuando tiene problemas con la censura eclesiás­ tica en la publicación de los Heterodoxo s6. Francisco Caminero ingresará en la Academia de Ciencias Morales y Políticas en 1880, sustituyendo al también sacerdote Miguel Sanz y Lafuente. Vicente de la Fuente7en su discurso de contestación al ingreso de Caminero, apunta que Gumersindo Laverde, le sacará de la Biblioteca Nacional para otras tareas más intelectuales: “en su breve paso po r las oficinas de Instrucción pública, contribuyó en gran parte á sacarle de su retiro para traerle á la Biblioteca Nacional de Madrid, donde pudiera acaudalar mayores conocimientos . . . en momentos de algún desahogo, los ha tenido para escribir otros li­ bros, no pocos artículos de controversia, erudición é investigaciones en varias revistas religiosas, que le han merecido alta reputación, no solamente entre el Clero y los aficionados á los estudios religiosos y eclesiásticos, sino también entre los críticos y eruditos ... El mismo año de su muerte, Francisco Caminero fue proclamado Obispo electo de León, no sin dificultades y con la ayuda de sus ami­ gos: “Dime que gato encerrado hay en el asunto de Caminero, que no acaba de ser nombrado obispo ... No sé lo que pasa con Caminero, 6 M. MENÉNDEZ Y PELAYO, Epistolario , II. Madrid, Fundación, Universitaria Española, 1982-1990, 1876, carta 44. 7 V. DE LA FUENTE Contestación el discurso de Francisco Caminero, en Discurso de recepción de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Madrid, Aca­ demia de Ciencias Morales y Políticas, 1884, II, 597-685. 636 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 633-668, ISSN: 0470-3790

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