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FUGA DEL YO ANTE EL MUNDO Y SU IMPERIOSA RESPONSABILIDAD SOCIAL vimiento, quiere decir que al no poder ser comprendido en la fe, no podrá estar acompañado por nadie en esta pasión que lo desborda, ella será intransferible, no podrá comunicarla a través del lenguaje, a través de la razón, de lo común entre humanos, de lo comprensible. ¿Cómo podría convertirse en razonable lo absurdo?, ¿cómo dar razón, a través del lenguaje de lo que no es razonable? Con Abraham no hay mediaciónposible, lo que también sepuede expresar en los siguientes términos: nopuede hablar. Tanpronto como hablo expreso lo general, pero si callo, nadie mepuede entender. Tan pronto como Abraham trata(se 905 de expresarse en lo general habrá de decir que se encuentra en un estado de Anfaegtelsé^, pues no conoce ninguna expresión de lo general que estépor encima de lo general que él ha transgredido 67. “Se levantó, pues, Abraham muy de mañana, y era aún temprano cuando se puso en camino hacia el lugar designado, en el monte Moriah. Nada había dicho a Sara, nada tampoco a Eleazar, pues ¿quién habría podido comprenderle? ¿Acaso no le había impuesto voto de silencio la naturaleza misma de laprueba?”[...] “Abraham calla..., pero no puede hablar; es ahí donde residen la angustia y la miseria. Pues si yo, por ejemplo, no consigo hacerme comprender cuando hablo es evidente que no hablo, aunque continúe hablando sin interrupción día y noche. Ese es el caso de Abraham: lo puede contar todo, pero hay una cosa que no puede decir, y al no poder decirla, o sea, al no poder decirla de modo que el otropueda comprender, no hablad. No obstante, Kierkegaard agrega, que Abraham, sí habla, pero un lenguaje distinto, y de esta manera acude de nuevo a la dualidad 65 El paréntesis es nuestro. 66 El traductor prefiere dejar la palabra en el danés original, palabra que en otras ocasiones se traduce como angustia. 67 S. KIERKEGAARD, Temor y Temblor , Madrid, Tecnos, 1987, 47. 68 Ib., 73; podemos decir en un sentido meramente lógico, que Kierkegaard muestra en este texto que “de lo que no se puede hablar, es (no mejor ni peor sino) absolutamente necesario callar”, toda palabra se vuelve muda. Puede ser éste uno de los puntos de mayor importancia de la influencia que Wittgenstein confiesa haber recibido de Kierkegaard según nos explica Vásquez Rocca (A. VÁSQUEZ, Wittgens­ tein; Mística, Filosofía y Silencio, http://cibernous.com/autores/wittgenstein/teoria/ wittgenstein6.htm, 2005). NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 577-632, ISSN: 0470-3790 611

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