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JUAN RAMÓN FUENTES JIMÉNEZ Por consiguiente, parece claro en nuestro autor que la creencia en la inmortalidad juega en el hombre un papel de benefactor, un benefactor que está más allá de la experiencia física. Lo que se si­ gue de esta idea en Mili es que en tanto que la vida del individuo, vida acotada por un inicio y un final, siga siendo insuficiente para satisfacer las aspiraciones de los mortales, es normal que continúe habiendo por parte del individuo ese deseo de conocer cosas ma­ yores, ese deseo de encontrar ese placer o felicidad en otro estadio. Por eso Mili llega a afirmar que ese deseo encuentra en la religión el modo más obvio de ser satisfecho32. Además, otro de los efectos positivos que trae la creencia en la inmortalidad es que por esta vía la imaginación humana concibe la existencia de un Ser moralmente perfecto que se puede erigir en indicador y referencia para guiar nuestras conductas y costumbres en nuestra vida terrenal33. Por todo ello, Stuart Mili no niega la posibilidad de la inmortali­ dad del ser humano, valoración ésta relevante porque se trata de un filósofo empirista que otorga a la experiencia un valor fundamental en el orden cognoscitivo. Es por ello pertinente plantearse que di­ mensión práctica le ve Stuart Mili al hecho religioso. 5. ¿QUÉ UTILIDAD TIENE LA RELIGIÓN PARA EL SER HUMANO? Para abordar este apartado vamos a tomar en consideración la obra de John Stuart Mili La Utilidad de la Religión , además de sus obras en general. Esta obra fue compuesta entre 1850 y 1858, si bien fue publicada postumamente en 1874. we shall always have as much as we can eat through our whole lives and as much Langer as we can conceive our lives to be protracted to. 32 Cf. J. S. MILL, La Utilidad de la Religión, O. c., 74. 33 Cf. J. S. MILL, Essays on Ethics, Religion and Society , en Collected Works o fJ. S. Mill (ed. J. M. Robson), (O. c.) vol X, 483. The conception o f a morally per­ fect Being, and the habito f taking the approbation of such a Being as the normo r standard to which to refer and by which to regulate our own carácter and lives, [.. .] a living Being who has eyes on us and caresfo r oour good. 556 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 543-573, ISSN: 0470-3790

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