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JUAN RAMÓN FUENTES JIMÉNEZ Mili al afirmar que lo que pueda haber de justo en nuestras so ciedades es resultado del consenso y convención humana, está apos tando de modo positivo por el progreso humano. No se puede dejar de lado que vive en la época de mayor efervescencia de la Revolución Industrial y los avances científicos y técnicos de su época. Aquí, pa rece que Mili es decididamente positivista y cree que el progreso humano traerá mejoras a todos los niveles, incluido el de la justicia. Por tanto, concluyendo, se puede responder a la cuestión inicial planteada en el epígrafe, afirmando que para Stuart Mili Dios es un ser eminente, grande, pero limitado en su poder y en su ciencia, si bien el londinense no deja muy claro las razones que explican tal limitación. 4. EL PROBLEMA DE LA INMORTALIDAD En este asunto nuevamente Mili, fiel a su espíritu empirista, toma como punto de partida la Naturaleza. Volviendo a ella, como riguro so observador de la misma, concluye que la Naturaleza no muestra ninguna evidencia en contra de la tesis de la inmortalidad del alma27. La afirmación es importante en un empirista por cuanto que la ase veración lleva implícita la idea de creencia. Por tanto, la creencia para Mili -como fue para Hume- resulta importante como guía en la vida. Con ello, Stuart Mili se sitúa en un terreno en el cual la creencia juega un papel relevante, y la creencia en la inmortalidad humana para Mili es algo que no puede ser nunca científicamente descalificado. Lo que parece es que ese interés de Mili por remarcar la creen cia enlaza con su espíritu utilitarista que pretende la mayor felicidad para la mayor cantidad de seres humanos. Así, la creencia juega una función clave en toda la filosofía utilitarista. Ahora bien, la creencia para Mili, como le sucedió a Hume, no es algo riguroso ni científico; la creencia es algo que se sujeta en hábitos, costumbres, tradiciones 27 O. c., 457. There is, therefore, in sciencie, no evidence against of inmor- tality of the soul. Esta es una clara influencia de David Hume en Stuart Mili. 554 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 543-573, ISSN: 0470-3790
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