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MODESTO BERCIANO VILLALIBRE momento oportuno (i Kaipóq *). No se dan fórmulas seguras. Acertar o no depende de la buena fortuna, de intuiciones personales, de hábitos adquiridos o del favor de los dioses. Hay una evolución en Aristóteles también en este sentido19. De cualquier forma, el hecho de buscar un bien o una felicidad auténticos o de acertar más o menos, cuando se habla de prudencia o de momento oportuno, indicaría que se está presuponiendo un cierto tipo de adecuación a algo con cierta objetividad, aunque sea difícil determinarla. En Aristóteles se da ya un concepto complejo de verdad, que abarca lo teórico y lo práctico; y que dentro de cada uno de estos ámbitos contempla ya una variedad. Desde el punto de vista teórico, parece un hecho que Aristóteles da prioridad a la verdad ontològica, a la verdad que se da en el ente en sí. Pero también se ve claramente que no se puede hablar de verdad sin un intelecto que la perciba, aunque éste deba regirse por las cosas. Pero dentro de la verdad teórica hay diferencias: La episteme se refiere a las causas próximas del ente; la sabiduría o sofia investiga las causas primeras; y el nous considera los primeros principios del ser. La verdad varía en cada uno de estos casos20. La verdad práctica o relativa a la acción, es me nos precisa, más elástica, ya que se refiere a lo que aún no es, sino a lo que debe ser, y se encuentra ante la diversidad y complejidad de lo humano e histórico. 2. INFLUJO DE LA TEOLOGÍA EN EL CONCEPTO DE VERDAD El concepto de verdad como adecuación cambia con la entrada del pensamiento bíblico en la filosofía. En la revelación bíblica la ver dad se funda principalmente en la voluntad divina, que se manifiesta 19 ID., Ética a Eudemo , VII,4,1247 b 23-28; VII,14,1248 a 32-37. 20 ID., Metafísica, 11,1,993 b 20-30; Ética a Nicómaco, VI,3,1139 b 32-34; VI,6,1141 a 1-7. 498 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 491-541, ISSN: 0470-3790
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