PS_NyG_2011v058n003p0491_0541

MODESTO BERCIANO VILLALIBRE moderna y reciente: Vico, Hegel, Kierkegaard, Schleiermacher, el his- toricismo de Droysen, Ranke y Dilthey; y después de ellos Heidegger y Gadamer. Hegel es seguramente el que tiene una visión más global y unitaria de la historia, partiendo de la idea de espíritu absoluto. Pero otros autores consideraron que en su visión de la historia no quedaba lugar para la contingencia. Uno de éstos fue Schleiermacher, quien no aceptó ni el kantismo ni el idealismo. Según él, la verdad se va dando gradualmente en el acaecer histórico y la vía hacia ella es el diálogo en un proceso interpretativo. Schleiermacher es conside­ rado como el iniciador de la hermenéutica filosófica. Pasos sucesivos se dieron en el historicismo. Droysen se planteó el problema de la interpretación y del comprender históricos. Según él, el intérprete de la historia puede comprenderla mejor que el transmisor de ella, ya que puede relacionar lo transmitido y ver el fondo y el contexto de los hechos. Mayor importancia, desde el punto de vista filosófico, tuvo Dilthey, con su metafísica para las ciencias del espíritu y para una hermenéutica filosófica. Con esta tradición histórica hay que relacionar a Husserl y a Heidegger. Éste pensó que Husserl, hablando del mundo de la vida, tomaba poco en serio la filosofía de Dilthey. Acerca de la deuda del propio Heidegger con Dilthey, es elocuente estas palabras de Ser y tiempo: “La discusión que hemos llevado a cabo sobre el problema de la historia ha surgido de la apropiación del trabajo de Dilthey”116. Pero Heidegger cree que Dilthey no se libró de la preocupación cien­ tífica y que fue poco consecuente con la historia concreta y fáctica117. La historicidad de la verdad aparece de modo más explícito en la hermenéutica de Gadamer. Pero éste mismo ve en Heidegger una hermenéutica nueva: “En la interpretación transcendental de la com­ prensión por Heidegger, el problema de la hermenéutica gana un rasgo universal, más aún, gana una dimensión nueva”118. Y Gadamer 116 M. HEIDEGGER, Sein undZeit, O. c., 525. 117 Cf. la opinión de HEIDEGGER sobre DILTHEY y el comentario de las car­ tas de YORCK a su amigo DILTHEY en Sein und Zeit, O. c., 525-533- 118 H. G. GADAMER, Verdad y método, O. c 329. 536 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 491-541, ISSN: 0470-3790