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MODESTO BERCIANO V1LLALIBRE Otra crítica del concepto de adecuación es la de Heidegger. Como ya se ha dicho, lo que critica Heidegger es que este concepto de verdad no es originario. La adecuación presupone ya una des­ ocultación del objeto, que ha de estar ya descubierto ( entdeckt-sein)\ y esta desocultación presupone a su vez que haya un sujeto desocul- tador ( en tdeckend -sein ), que es el Dasein, el cual ilumina y da senti­ do. Hay afirmaciones en Ser y tiempo en las que parece afirmarse un subjetivismo, como cuando se dice que hay verdad sólo y en tanto que hay Dasein. Pero esta afirmación no implica un subjetivismo. Lo que se dice es que no se da verdad sin una mente que ilumine el objeto; y esto se da en el Dasein113. Se podría preguntar si se puede poner en esa apertura el senti­ do de la verdad. En relación con el concepto de adecuación, habría que preguntarse también si ese primer acto desocultador del Dasein no es ya una adecuación originaria del Dasein a lo que se abre, ya que el Dasein es arrojado en un mundo, en una apertura; y no es de ninguna manera el creador de los entes, sino el que los comprende, los con-forma y les da sentido explícito. No hay sentido ni verdad sin el Dasein, pero todo viene del ser. El ente Dasein es el lugar de la iluminación o apertura; pero la apertura viene de otro y es más amplia que el ente Dasein; es apertura de mundo (. Da-sein ), en la que está el Dasein114. Esta idea se hace mucho más explícita a partir de 1930, con las clases Sobre la esencia d e la libertad hum an a y la publicación de La esen cia d e la verdad. Aquí Heidegger deja de hablar de Dasein y habla del hombre. Éste está en la apertura (Da) que viene del ser y debe llevar al lenguaje y al pensar lo que le es dado. Y esto se acentúa mucho más en el concepto de evento (. Ereignis ). Aquí se podría hablar de una adecuación originaria del hombre a lo que le es dado en la apertura (Da) o iluminación (Lichtung). El hombre lleva lo dado al lenguaje y al pensar; y sólo a partir de ahí puede 113 Cf. M. HEIDEGGER, Sein und Zeit, O. c., 282-305. 114 Cf. M. BERCIANO, ¿Qué es realmente el Dasein en lafilosofía de Heideg­ ger?, en Themata, 10 (1992) 435-450. 534 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 491-541, ISSN: 0470-3790

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