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MODESTO BERCIANO V1LLALIBRE Las afirmaciones aristotélicas acerca de la relación de la verdad con el ente no son uniformes. Esto ha dado origen a discusiones en­ tre los autores acerca del sentido preferentemente lógico u ontologico del concepto de verdad en Aristóteles. En la Metafísica Aristóteles afirma: “Pues no están lo falso y lo verdadero en las cosas, como si lo bueno fuese verdadero y lo malo falso, sino en el pensamiento”7. El texto parece del todo explícito; pero no se puede entender al pie de la letra. En el mismo contexto vuelve Aristóteles a expresar esta idea, pero dejando entrever otra cosa. El estagirita afirma que lo verdadero se da en la composición o síntesis, en el juicio afirmati­ vo; y lo falso se daría en la división, en el juicio negativo. Y añade: “Puesto que la complexión y separación se dan en el pensamiento, pero no en las cosas, y el ente en este sentido es un ente diferente de los entes en sentido propio (pues el pensamiento añade o quita la quididad o la cualidad o la cantidad o alguna otra cosa), debemos omitir el ente como accidente y el ente como verdadero -pues la cau­ sa del primero es indeterminada, y la del segundo alguna afección del pensamiento, y ambos se refieren al otro género del ente, y no manifiestan que haya fuera ninguna naturaleza del ente-. Por eso debemos omitirlos y considerar las causas y los principios del ente mismo en cuanto ente”8. Como puede verse, Aristóteles parece ad­ mitir que el ente como verdadero tiene relación con el pensamiento; pero también habla de un “ente en sentido propio”, diferente del que se da en el pensamiento. Esto querría decir que el ente que se da en el pensamiento sería ya ente en un sentido secundario, con lo cual se vendría a relativizar también la verdad que se da en el pensamiento. Lo mismo repite en otro paso del libro XI: “Por lo que se re­ fiere al ente en cuanto verdadero y al ente accidental, el primero consiste en una combinación del pensamiento, y es una afección de éste (por eso no se buscan los principios de este ente, sino del ente exterior y separado)”9. También aquí se distingue entre el ente en el 7 Ib., VI,4,1027 b 25. 8 Ib., VI,4,1027 b 30-1028 a 4. 9 Ib., XI,8,1065 a 22. 494 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 491-541, ISSN: 0470-3790

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