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MODESTO BERCIANO VILLALIBRE La verdad como adecuación implica el objeto como uno de los polos de la verdad. También el concepto de objeto ha tenido una importante variación en la historia de la filosofía. En la filosofía moderna se ha acentuado la consideración del objeto como objeto “conocido”. El objeto es objeto en un sujeto o en un lenguaje. Esto plantea una seria pregunta por la realidad del conocimiento y por la verdad como adecuación. Esta problemática se acentuó en Kant. A partir de él se ha hablado de realismo ingenuo. No han faltado nuevos intentos de recuperar el objeto en sí; pero B. Puntel cree que la reflexión sobre el objeto o la cosa es uno de los temas que se pasa por alto en las teorías sobre la verdad. Ni siquiera la teoría de la correspondencia, cuyo núcleo parece estar ahí, se ocupa conve nientemente del objeto. En la tradición aristotélico-tomista se ha afirmado decididamente el objeto y la posibilidad de una adecuación con el mismo. Como ya hemos dicho, la división entre el sujeto y el objeto, entre el objeto en sí y el objeto como conocido, se afirma sobre todo en la filosofía moder na y se acentúa en Kant. Después de él se buscó una nueva explica ción en el idealismo, en la cual se recupera el objeto en sí. Después de la caída del idealismo se ha afirmado el objeto en sí en el materialismo marxista-leninista. Y más recientemente ha sido afirmado por Husserl en la idea de intencionalidad del conocer. La postura de Husserl fue asumida por Max Scheler, Nicolai Hartmann y Martín Heidegger. A pesar del olvido del mismo, la consideración del objeto pare ce irrenunciable en una teoría sobre la verdad. Y de hecho aparece en varias teorías recientes sobre la verdad, aunque, según Puntel, se considere poco. La filosofía analítica ha comprendido mejor que otras lo inadecuado que resulta comparar una dimensión lingüística con otra no lingüística. Pero, considera poco el problema del objeto. Por el contrario, se acusa sobre todo a ella de haber diluido el objeto en el lenguaje. O como dice Inciarte, de haber volatilizado el concep to de verdad en un puro concepto de sentido103. 103 B. PUNTEL, ib., 208; F. INCIARTE, ib., 54. 528 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 491-541, ISSN: 0470-3790
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