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PARA UNA TEORÍA ACTUAL SOBRE LA VERDAD naturaleza del conocimiento y con un valor regulativo, pero incog­ noscibles y sin un carácter de verdad propiamente dicha. La verdad ontológica desaparece. Y no sólo en relación con un intelecto divino creador, sino también en el sentido aristotélico de esencia objetiva de las cosas. Del conocimiento del objeto se pasa a las condiciones del conocimiento. Particular importancia tiene en Kant la verdad práctica, que no tiene por objeto lo que es, sino lo que debe ser, como sucedía en la tradición aristotélica. Esta verdad se da como adecuación a la ley moral, fundada en el imperativo categórico. De éste se deduce una serie de postulados, que hacen posible el acceso al noúmeno y la afirmación de ideas metafísicas. Aquí sí se pensaría en un objeto en sí y se daría un tipo de adecuación al mismo. Pero todo esto tiene lugar en el campo de lo práctico, de lo vital, sin poder fundarse en una demostración como la del conocimiento teórico. Kant afirma, por otra parte, la unidad de ambas razones o de ambos usos de una única ra­ zón. Pero esta unidad no parece bien lograda en la filosofía kantiana. 5. DISPERSIÓN DEL CONCEPTO DE VERDAD EN LA FILOSOFÍA POSTKANTIANA En la filosofía teórica de Kant se prescinde de un fundamento absoluto; el sujeto finito no está tampoco anclado en lo infinito; y el objeto en sí resulta alcanzable para el sujeto finito. ¿Qué posibi­ lidades le quedan al concepto de verdad como adecuación o como correspondencia? Después de Kant hubo una serie de teorías de la verdad y de formas de entender la adecuación. Jacobi critica el concepto formal de la teoría de la correspondencia de la filosofía transcendental kan­ tiana y modifica una vez más la teoría de la correspondencia. A las verdades alcanzadas por la filosofía contrapone Jacobi lo verdadero ya presupuesto por la razón, que es anterior y distinto del saber, de NAT. GRACIA LVTII 3/septiembre-diciembre, 2011, 491-541, ISSN: 0470-3790 511