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MODESTO BERCIANO VILLALIBRE quididad de la cosa misma, que es el objeto primero y propio del intelecto; y luego entiende las propiedades, los accidentes y los mo­ dos que rodean la esencia de la cosa”47. Entendemos, pues, en un proceso; o como dice Tomás de Aquino en un paso paralelo, en una sucesión C secundum quandam successionerri ) ^ . Hasta ahora hemos insistido en que la verdad lógica no se da sin un intelecto. Pero al principio hemos hablado de la verdad en las cosas mismas, de una verdad ontologica, que es causa de la verdad en el intelecto; y hemos mencionado el concepto de creación. Según Tomás de Aquino, también para que se dé esta verdad oncológica en las cosas es necesario un intelecto. Tomás de Aquino distingue dos tipos de este orden al intelecto: “La cosa entendida puede tener al intelecto una ordenación por sí o por accidente (pel per se, vel per accidens). Per se tiene ordenación al intelecto del que depende según su ser; y per accidens al intelecto por el cual es cognoscible”. Y da dos ejemplos, uno del orden artificial y otro del orden natural: “Como si decimos que la casa se compara al intelecto del artífice per se , y per accidens se compara al intelecto del cual no depende... Y de manera semejante, las cosas naturales se dice que son verdaderas, porque siguen la semejanza de las especies que hay en la mente di­ vina; pues se dice piedra verdadera la que sigue la naturaleza propia de la piedra, según el concepto previo del intelecto divino”49. Tomás de Aquino admite también una verdad práctica, que co­ rresponde al intelecto práctico. En realidad, intelecto práctico e inte­ lecto teórico no son dos intelectos, sino una única potencia con fines diferentes: “El intelecto especulativo es aquelque lo que aprehende no lo ordena a la acción, sino a la solaconsideración de la verdad; se llama, en cambio, intelecto práctico el que ordena a la acción lo que aprehende. Esto es lo que dice el filósofo en el libro III De anima : que el especulativo se diferencia del práctico por elfi n ”50. 47 TOMÁS DE AQUINO, Summa theologica, I, q. 85, a. 5, resp. 48 Ib ., I, q. 14, a. 14, resp. 49 I b I, q. 1 6 , a. 1, resp. 50 TOMÁS DE AQUINO, Summa theologica , I, q. 79, a. 11, resp. 506 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 491-541, ISSN: 0470-3790

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