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MODESTO BERCIANO VILLALIBRE forma que aprehende de la cosa; es entonces cuando por primera vez conoce y dice lo verdadero. Y esto el intelecto lo hace compo niendo y dividiendo... Propiamente hablando, la verdad está en el intelecto que compone y divide, no en el sentido ni en el intelecto que conoce lo que algo es”42. Un nuevo paso que precisa más la verdad como adecuación, se da en el concepto de reflexión del intelecto sobre sí mismo. La reflexión del intelecto sobre sí mismo es un nuevo paso en la deter minación del concepto de verdad como adecuación. Es precisamente en este acto de reflexión sobre su propio acto donde se da la verdad como adecuación: Pero la cosa “se conoce por el intelecto en cuanto que el intelecto reflexiona sobre su propio acto; no sólo en tanto que lo conoce, sino en cuanto conoce su proporción con respecto a la cosa, que no puede ser conocida si no se conoce la naturaleza del mismo acto, la cual no se puede conocer si no se conoce la naturale za del principio activo, que es el mismo intelecto, a cuya naturaleza compete el adecuarse a las cosas. Por lo tanto, y según esto, conoce la verdad el intelecto que reflexiona sobre sí mismo”43. El paso es muy denso, ya que no sólo menciona la reflexión sino lo que ésta im plica. El intelecto vuelve sobre sí mismo con una reflexión completa y en su acto descubre la especie inteligible; por ella llega al fantasma y por éste a la cosa sensible, conociendo la proporción de su acto con la cosa sensible. Pero en el paso se dice más: Se afirma que en esta reflexión se conoce también la naturaleza del acto y la del mismo intelecto. De esa manera, la verdad como adecuación viene a centrarse en la reflexión del intelecto sobre sí mismo44. La verdad como adecuación se daría, pues, en la reflexión del in telecto sobre sí mismo. En esta reflexión se darían la relación y el jui cio, y en ellos la adecuación. Pero con esto no se han aclarado todos 42 ID., Summa theologica, I, q. 1 6 , a. 2, resp. 43 ID., De vertíate, q. 1 a. 9, resp. 44 Cf. ib., q. 1 a 9, resp.; ID., Summa theologica, I, q. 87 a. 1, resp; q. 87, a. 3, resp. Para un estudio más amplio sobre este tema cf. C. SEGURA, La dimensión reflexiva de la verdad. Una interpretación de Tomás de Aquino, O. c. 504 NAT. GRACIA LVIII 3/septiembre-diciembre, 2011, 491-541, ISSN: 0470-3790
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