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MANUEL LÁZARO PULIDO problema surge, de modo acuciante, en sociedades democráticas como las nuestras. Y en una visión política en la que esta forma de reglamentación social se impone como la más adecuada. ¿Cómo combinar derechos individuales y cívicos, con una gran variedad de intereses y modos culturales? Como premisa podríamos decir que lo que se impone es ir aceptando la evidencia que la multicultura- lidad presupone, lo que nos conduce a pensar en ella, y no a ne­ gar su realidad. Ante la multiculturalidad surgen diversas respuestas (que algunas veces se asimilan a definiciones4) conocidas por todos, como el etnocentrismo (“Tendencia emocional que hace de la cultu­ ra propia el criterio exclusivo para interpretar los comportamientos de otros grupos, razas o sociedades'1', DRAE), racismo (“ Exacerbación del sentido racial de un grupo étnico, especialmente cuando convive con otro u otros ”, DRAE), relativismo cultural (relativismo: 1 Doctrina según la cual la realidad carece de sustrato permanente y consiste en la relación de los f e n ó m e n o s cultural: “ relativo a la cultura ”, DRAE). A priori (por especulación, por criterios éticos y por facticidad e historia...) todos sabemos que las soluciones apuntadas son desecha- bles. Pero por detestables no son menos existentes. Hemos de bus­ car alternativas reales para poder contrarrestar actitudes negativas ante la diversidad cultural. Frente a estas y otras conductas del mis­ mo cariz, surgen otras posiciones como la transculturalidad y la in- terculturalidad. Es conveniente diferenciar entre los acontecimientos y las respuestas que hemos de construir, como hechos que son. Una tesis que se puede avanzar es que el que tengamos que construir nuevas formas de relaciones y que éstas sean axiológicas, no impide que estén imbricadas y raificadas en lo más profundo de su ser. Pues el ser humano, la persona, no es algo resuelto y realizado, sino algo por hacer, en continuo hacerse, vocación y proyecto5. Es lo que en 4 Cf. M. VERKUYTEN, Everyday Ways o f Thinking about Multiculturalism, en Ethnicities 4 (2004) 53-74. En la segunda parte de este estudio del profesor holandés, se muestran las diversas formas de entender el multiculturalismo depen­ diendo de las posiciones de los ponentes. 5 X. ZUBIRI, Naturaleza, Historia, Dios , 8a edición, Madrid, Ed. Nacional, 1981, 368-396. 422 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 419-453, ISSN: 0470-3790

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